Benlloch ha remarcado que este plan de desescalada en la administración local se realizará “con mucha prudencia y de forma lenta” porque se primará “mantener la fórmula del teletrabajo en la medida que sea posible”; no obstante, “para garantizar la salud de los empleados municipales y de los demás, se les realizarán las pruebas a medida que vayan regresando a su puesto presencial en las distintas dependencias municipales”.
Los test rápidos se efectuarán a través de la mutua de prevención de riesgos laborales Unimat, la misma que ya llevó a cabo la pasada semana las pruebas a la plantilla de la Policía Local y Protección Civil. Así, Vila-real se adelanta también al resto de municipios en la realización de estos test a los empleados del Ayuntamiento con los que se quiere minimizar posibles riesgos de contagio entre el personal municipal y el resto de personas con las que puedan estar en contacto en el desempeño de sus funciones.
Benlloch ha subrayado que el Ayuntamiento afrontará el proceso de desescalada administrativa y reapertura de instalaciones municipales con “mucha responsabilidad y prudencia”, ya que “la prioridad ahora es que pueda reactivarse la actividad del comercio y la hostelería como ya lo han ido haciendo la industria y la construcción”. Y por ello el Ayuntamiento está enfocando sus esfuerzos a las medidas de estímulo de estos sectores con acciones como como la supresión de tasas por terrazas, mercados o quioscos, la ampliación de terrazas de establecimientos de restauración, la creación de una oficina de dinamización de la hostelería o la reapertura del mercado ambulante de alimentación, entre otras.