La entidad bancaria propietaria de los inmuebles ejecuta la demolición para acabar con un foco de peligrosidad e insalubridad fruto de la especulación inmobiliaria y la crisis de 2008
El Ayuntamiento de Vila-real ha dado solución al problema de ruina que presentaban cuatro inmuebles situados en la calle Vicente Sanchis, como consecuencia de la especulación inmobiliaria y la crisis de 2008. Después de nueve años de complicada tramitación, desde que se abrió el expediente de disciplina urbanística en 2012, la entidad financiera propietaria de las viviendas ejecuta en estos días el derribo de las edificaciones que presentaban un estado de deterioro importante, lo que obligó a la instalación de vallado de seguridad en la acera para evitar posibles daños a los viandantes. El concejal de Territorio, Emilio M. Obiol, ha recordado que “estamos ante un caso muy complejo, que ha requerido de años de esfuerzo y trabajo por parte del departamento de Territorio para conseguir que la propiedad asumiera la solución a este problema de seguridad y de salubridad; finalmente, la demolición se ha iniciado ya y, evidentemente, el coste corre a cargo de la entidad financiera que es propietaria de las edificaciones”.
Obiol insiste en que “es un empastre urbanístico más de los que nos encontramos sobre la mesa cuando llegamos en 2011, que el PP nos dejó en herencia y que nosotros hemos tenido que solucionar”. El responsable de Territorio justifica la demora en el tiempo del expediente de disciplina urbanística porque “nos encontramos ante un producto tóxico, fruto de la especulación que acabó con el estallido de la burbuja inmobiliaria en 2008”. La constructora que compró las cuatro viviendas presentó concurso de acreedores a consecuencia de la crisis del sector y la propiedad pasó a manos de entidades bancarias, lo cual ha ralentizado el proceso. De hecho, la Junta de Gobierno autorizó en 2017 el derribo de las viviendas pero la ejecución por parte de la propiedad no se ha llevado a cabo hasta ahora, ya que también se ha sumado la necesidad de solucionar cuestiones relacionadas con el tendido eléctrico.
El concejal de Territorio ha lamentado las molestias que en estos años ha ocasionado este problema a los vecinos del barrio pero ha reiterado que “desde el consistorio hemos hecho todo lo posible para acelerar la solución”. “En el momento actual de dificultades económicas y de falta de recursos humanos en el Ayuntamiento, ha sido especialmente difícil solucionar este empastre, pero finalmente se pone fin a un foco de peligrosidad y de insalubridad fruto de un modelo de desarrollo urbanístico del pasado que tantos problemas ha ocasionado”.