La Policía Nacional ha desmantelado un grupo criminal itinerante dedicado a sustraer catalizadores de automóviles en diferentes provincias, entre ellas Valencia y Castellón. Operaba en toda España desde Tarazona (Zaragoza).
En conjunto, la Policía Nacional ha detenido a 3 de sus miembros por su presunta implicación en veinticinco delitos y ha pedido 4 Órdenes Europeas de Detención y Entrega, ya que en nuestros días estos otros 4 miembros no se hallan en España.
Los supuestos autores empleaban herramientas especializadas y algunos automóviles, con los que se desplazaban de madrugada desde Tarazona a cualquier punto de España. Una vez sustraídos los catalizadores, los mandaban a la capital de España mediante una compañía de paquetería, donde un miembro de este grupo criminal los recibía y los trasladaba hasta una chatarrería del barrio de Vicálvaro, donde eran recogidos por otro miembro de la red.
Este último era el responsable de desmontar los catalizadores, separar las piezas y dar salida a exactamente las mismas en el mercado ilegal, especialmente a los metales preciosos que poseen estas piezas de automoción: rodio, platino o paladio.
La investigación, que ha durado más de un año, ha constatado que los miembros del grupo criminal presuntamente participaron en veinticinco acciones delictivas en diferentes provincias -Castellón, Valencia, Huelva, Cantabria, Lugo, Madrid y Zaragoza-.
Una vez identificados y localizados los miembros del grupo, la Policía Nacional registró dos domicilios en la capital española y Tarrazona, e inspeccionó un desguace en la villa de Madrid, interviniendo 14.150 euros, veintidós catalizadores de diferentes modelos de vehículos, herramientas y utillaje usados para elrobo con fuerza, múltiples móviles y tarjetas telefónicas.
CONSEJOS
La Policía Nacional ofrece unos consejos para eludir el robo de catalizadores, entre ellos, si no es posible estacionar el vehículo en un garaje, procurar estacionarlo en lugares alumbrados y concurridos.
Es conveniente marcar el catalizador con el número de matrícula del vehículo, con el número VIN –el número que lo identifica–, o con una pintura singular, para complicar la siguiente venta de piezas en el mercado ilegal y facilitar la tarea de los técnicos investigadores para su ubicación en el caso de robo.
En un taller se puede instalar una plancha inferior protectora, que obstruye la tarea a los criminales expertos en esta clase de latrocinios.
