9 años y 7 meses de prisión por agredir a su expareja, retenerla y robar en su casa en Castellón

9 años y 7 meses de prisión por agredir a su expareja, retenerla y robar en su casa en Castellón

La misma condena recae sobre su amigo pues ambos la dejaron atada y maniatada y fue salvada horas después tras la alarma de un familiar.

 

La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Castellón ha condenado a 9 años y 7 meses de cárcel por un delito de robo con violencia, quebrantamiento de condena y detención ilegal a un hombre que entró de madrugada en casa de su exnovia, la golpeó y la maniató para hurtarle el móvil. La Sala impone a otro hombre, amigo del primero, 7 años y medio de prisión como autor de exactamente los mismos delitos excepto el quebrantamiento.

Entre los dos tienen que indemnizar a la víctima con dos mil novecientos cincuenta euros, por las lesiones, por los daños morales que padeció como consecuencia de los hechos y por el importe del móvil robado. Los condenados no van a poder acercarse a menos de doscientos metros ni comunicarse con la mujer a lo largo de diez años, conforme ha informado el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana en un comunicado.

En el instante de los hechos, la expareja de la víctima tenía una prohibición de aproximación y comunicación respecto de ella, conforme una sentencia condenatoria dictada por un Juzgado de lo Penal de Castellón.

El ataque ocurrió en la madrugada del veinticinco de mayo de dos mil veinte cuando los dos hombres fueron hasta el domicilio de la víctima, en una localidad de la provincia de Castellón,

Con la pretensión de apoderarse de su móvil donde pensaban que guardaba contenidos comprometedores para ellos.

Conforme el relato que hace la resolución, los condenados aprovecharon que el exnovio preservaba un juego de llaves de la residencia para asombrar a la mujer, que estaba totalmente dormida, y darle un puñetazo que la dejó sin ningún sentido.

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Posteriormente, la anudaron con fuerza de pies y manos y la amordazaron con dos pañuelos, uno en el interior y otro en el exterior de la boca. En un instante de la agresión, la mujer recuperó el conocimiento y escuchó que uno de los penados preguntaba:

¿La matamos?», al tiempo que el otro respondía: «No, déjala que se muera sola».

Los hombres se llevaron el teléfono, escaparon de la residencia y la dejaron atada y maniatada, sin poder solicitar ayuda. Fue salvada varias horas después por la Guardia Civil y por los Bomberos, que recibieron el aviso de una familiar, alertada por el hecho de que la víctima no respondía a sus llamadas o tenía el teléfono apagado.

La sentencia no es firme y puede recurrirse frente al Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana.