La banda dedicada a los robos, cuyos integrantes tenían lazos familiares, tenía su base en el municipio de Burriana.
La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Castellón ha dictaminado sentencia condenatoria contra ocho individuos pertenecientes a una banda dedicada al robo en viviendas, con un enfoque principal en el hurto de joyas, las cuales comercializaban posteriormente, ya sea directamente por uno de los condenados o en establecimientos locales. Los hechos ocurrieron en la localidad de Burriana entre junio de 2021 y enero de 2022, según lo anunciado por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV).
Los dos supuestos líderes de la organización han sido sentenciados a cuatro años de prisión cada uno, como autores de delitos continuados de robo con fuerza en domicilios habitados e integración en grupo delictivo.
Los otros seis miembros, compuestos por dos mujeres y cuatro hombres, han recibido una condena de un año y tres meses de cárcel por su participación en un delito continuado de receptación, al vender o adquirir las joyas obtenidas de los robos, estando al tanto de su procedencia ilícita. Además, a cinco de estos individuos, la Sala les ha impuesto seis meses de prisión por su vinculación con el grupo criminal.
La sentencia, resultado de un acuerdo entre las partes, establece como probado que siete de los condenados formaban parte de una organización con una estructura definida, en la cual dos de los hombres perpetraban los robos mientras que los otros cuatro, junto con las dos mujeres, se encargaban de la comercialización de los objetos robados en establecimientos especializados.
La banda, cuyos miembros mantenían relaciones familiares, tenía su base de operaciones en el municipio de Burriana, desde donde planificaban y ejecutaban los robos.
Los dos individuos considerados como principales responsables de la organización se encargaban de vigilar las viviendas y seleccionar aquellas que consideraban como objetivos, para luego llevar a cabo los robos, durante los cuales se apoderaban de joyas, dinero y otros objetos de valor de dimensiones reducidas, que luego vendían o empeñaban. La sentencia es firme y no admite recurso.
Fotografía: Google Maps