Una vez que la Policía Nacional acabe la investigación será el momento de sacar conclusiones, adoptar medidas y, llegado el caso, exigir la adopción de responsabilidades.
El sábado por la noche se produjo un gravísimo incidente en Castelló, que algunos tildan de agresión fascista, y acabó con un joven de Vila-real de 32 años en la UCI del Hospital General de Castelló porque tuvo la mala suerte de encontrarse en las inmediaciones del local La Cosa Nostra Antifa Social Club. Según narran unos testigos en la web de Radio Castellón “un grupo de 20 encapuchados armados con palos entraron por la boca calle del 9 de marzo agrediendo a todo el que se movía”. Los asaltantes habrían propinado un violento golpe en la cabeza a la víctima principal, a la que una vez inconsciente en el suelo siguieron dando patadas.
Lógicamente, el Cuerpo Nacional de Policía está investigando el caso y sus agentes serán los encargados de dictaminar lo que ocurrió y de poner a los culpables a disposición judicial. Por lo tanto, creo que lo prudente es no señalar a nadie y esperar al esclarecimiento de los hechos.
También considero que la alcaldesa de Castelló, Begoña Carrasco, debe hacer una llamada generalizada a la calma y exigir el máximo respeto para todas las personas y sus ideologías. Respetar al diferente es una obligación que nos incumbe a todes, todas y todos, incluidas las concejalas y los concejales del Ayuntamiento de Castelló.
Lo digo porque creo que la alcaldesa Carrasco no debería haber permitido que ningún integrante de su equipo de gobierno coqueteara con grupos violentos en un campo de fútbol o que fuera protagonista en concentraciones intimidatorias contra la sede del Partido Socialista en Castelló, como ocurrió en los últimos meses de 2023. Tampoco fue de recibo que integrantes del gobierno municipal incitaran desde las redes sociales a participar en esas violentas algaradas. Entiendo que tamaño comportamiento ha de estar vetado a cualquier regidor y, más si cabe, a quien supuestamente se encarga de velar por la seguridad ciudadana.
La alcaldesa de Castelló debe dar un golpe de autoridad y demostrar que es quien manda porque tiene la potestad de cesar a los integrantes del equipo de gobierno que se excedan en sus funciones.
También debería recordar la sapiencia del refranero español cuando dice aquello de “dime con quién andas y te diré quién eres”, una archiconocida sentencia que a todes, todas y todos nos debe hacer reflexionar.
Lo digo porque también en esta materia es mejor prevenir que curar, y si la Magdalena de Castelló nunca tuvo atentados violentos como el que se produjo la noche del pasado sábado, todos haremos bien si optamos por la distensión y la serenidad.
Dejemos trabajar a la Policía y después a la Justicia. Cuando finalicen su trabajo llegará el momento de sacar conclusiones, adoptar medidas y, si fuera menester, exigir la asunción de responsabilidades.
Hasta entonces, mucha prudencia y a disfrutar de los cinco días que aún quedan de la Magdalena porque el tiempo pasa volando y, a la que nos descuidemos, será lunes de resaca y todo habrá terminado.