Los avances en eficiencia energética y los patrones de consumo de los hogares han disminuido la relevancia de esta medida para el ahorro energético.
España se prepara para el horario de invierno. Este fin de semana, como ocurre cada año a finales de octubre, España realizará el habitual cambio de hora, retrasando los relojes una hora para dar la bienvenida al horario de invierno. Así, en la madrugada del domingo, todos los relojes en el país marcarán las 2:00 cuando sean las 3:00.
Desde Gana Energía, una comercializadora de luz y gas, se han propuesto analizar el verdadero ahorro energético que conlleva este ajuste horario. Con la llegada del otoño y el inminente cambio de hora, la compañía sugiere revisar la potencia contratada para optimizar la factura eléctrica y así conseguir un ahorro adicional.
¿Por qué se realiza el cambio de hora?
Cada invierno, varios países, incluyendo España, implementan el cambio de hora con el propósito de alinear los horarios de actividad de la población con el ciclo de luz solar. Este ajuste busca disminuir la necesidad de iluminación artificial durante la mañana y las primeras horas de la tarde. Sin embargo, esta razón ha sido objeto de debate en los últimos años.
Actualmente, el consumo de electricidad parece estar más vinculado a factores como la calefacción, el uso de dispositivos electrónicos y la iluminación general, lo que podría haber reducido los beneficios esperados del cambio de hora. En invierno, el consumo de electricidad y gas generalmente aumenta debido a la reducción de la luz solar y al frío, que incrementa la demanda de calefacción y luz.
¿Cuánto se ahorra realmente?
Los últimos datos del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) datan de 2015, donde se estimó que el cambio de hora podría representar un ahorro del 5% en el consumo eléctrico, equivalente a aproximadamente 300 millones de euros en España.
El principio detrás de esta medida es que, al ajustarnos a los horarios solares, se puede reducir la demanda de electricidad en los momentos de mayor consumo. Ricardo Margalejo, cofundador y responsable de compras de energía en Gana Energía, señala que «el cambio de hora sigue siendo una medida válida para optimizar el consumo energético, aunque su impacto ha disminuido con el tiempo. Hoy en día, los avances en eficiencia energética y los patrones de consumo de cada hogar han mitigado la influencia de esta medida”.
Expectativas sobre la factura eléctrica en invierno
A pesar de que el cambio de hora podría conllevar una ligera reducción en el consumo energético, su efecto es insignificante en comparación con otros factores que afectan la factura eléctrica durante el invierno, como los precios del mercado energético, la demanda de gas para calefacción y los hábitos de consumo.
Con la llegada de días más cortos y temperaturas más bajas, los hogares y empresas tienden a consumir más electricidad y gas natural. El uso de la iluminación aumenta, así como el tiempo de funcionamiento de los electrodomésticos debido a que se pasa más tiempo en casa. Además, el incremento en la demanda de calefacción puede hacer que los recibos de luz y gas se disparen.
El cambio de hora tiene un impacto limitado en la factura eléctrica. De hecho, los cambios en los hábitos de consumo y el aumento en la demanda de calefacción son factores más determinantes en el incremento de estos costos. Es importante recordar que los meses de noviembre a febrero son generalmente los de mayor consumo eléctrico en los hogares españoles, especialmente en las regiones más frías.
Históricamente, la mayor demanda de energía, combinada con la menor producción de energía solar, suele provocar un aumento en el precio de la electricidad durante el invierno. Será necesario que la lluvia y el viento contribuyan a disminuir estos precios,” comenta Margalejo sobre las expectativas para el precio de la electricidad en lo que resta de 2024.
Por ello, hay que destacar la importancia de adoptar hábitos de consumo eficientes y aprovechar esta época del año para revisar las facturas de luz y gas, detectando posibles costos adicionales y actualizaciones de precios al renovar contratos. Estos factores a menudo influyen en el aumento de los recibos energéticos a lo largo del año.
