El proyecto, con un presupuesto de 38.661,85 euros, tiene una duración estimada de dos meses.
El Ayuntamiento de Albocàsser llevará a cabo la reparación de la ermita de Sant Pau, propiedad del Obispado de Sogorb-Castellón, después de «más de 15 años con puntales en el coro para evitar nuevos desprendimientos». Las obras, que se desarrollarán durante dos meses, tienen un presupuesto de 38.661,85 euros y tienen como objetivo garantizar la conservación de un edificio catalogado como Bien de Interés Cultural (BIC).
La ermita se encuentra a pocos kilómetros de Albocàsser, junto al camino, en el lugar donde se cree que apareció el apóstol San Pablo alrededor de 1590. El edificio consta de un cuerpo central que incluye la iglesia y el edificio de la hospedería, además de dos cuerpos laterales precedidos por un pórtico. En la actualidad, la ermita está en buen estado de conservación, excepto por las grietas en el estuco que cubren el arco, que han estado apuntaladas durante 15 años.
La manifestación de esta lesión no es reciente, sino que data de hace varios años, por lo que actualmente hay dos puntales y varios listones de madera para evitar el avance de la lesión y el posible desprendimiento de escombros.
Señala el arquitecto del Obispado.
De hecho, para determinar la causa de los daños, los operarios han realizado varios análisis para verificar el sistema constructivo antes de definir el procedimiento de restauración a través del proyecto impulsado por el Ayuntamiento de Albocàsser para obtener una subvención de la Generalitat Valenciana.
La intervención se centra en el saneamiento de las fisuras existentes en los ornamentos de estuco situados en el borde del forjado del coro. Actualmente, estos están apuntalados para evitar su desprendimiento. Las obras incluirán el desmontaje completo de los ornamentos, la inyección de cal hidráulica en las juntas vacías y el refuerzo de la viga de madera ubicada en la parte superior del arco, para finalmente volver a montar los ornamentos que cubren el arco.
La alcaldesa de Albocàsser, Isabel Albalat, ha expresado su preocupación por la “dejadez” del propietario en el mantenimiento y conservación de un edificio tan apreciado por los vecinos de la localidad. La reforma, que afecta a elementos de cimentación, forjados y acabados interiores, permitirá recuperar el estado original de la ermita.