El PSPV de Castelló alegará "contra el cambio de topónimo impuesto por PP y Vox al estar ante un error histórico que solo oculta su odio al valenciano".
El Partido Socialista de Castelló presentará alegaciones contra la decisión del Ayuntamiento de cambiar el nombre oficial del municipio a la forma bilingüe Castellón de la Plana/Castelló de la Plana. El cambio fue aprobado provisionalmente en el pleno del pasado 30 de mayo con los votos a favor del PP y Vox y en contra del PSOE y Compromís.
El concejal socialista, José Segura, ha defendido que el cambio de nombre es un «error impulsado por PP y Vox que no cuenta con ningún aval histórico ni filológico». Además, Segura ha acusado a los dos partidos de derecha de «ocultar su odio al valenciano» con esta iniciativa.
El cambio de nombre se ha publicado en el Boletín Oficial de la Provincia. A partir de ahora, se abre un plazo de 20 días hábiles para que las personas y entidades puedan presentar alegaciones. Una vez finalizado este plazo, será la Acadèmia Valenciana de la Llengua la que deberá pronunciarse sobre el cambio de nombre.
La derecha y la ultraderecha se basan en un informe «a conveniencia» para atacar el topónimo «Castelló»
El portavoz del PSPV en el Ayuntamiento de Castellón, José Segura, ha criticado la postura de la derecha y la ultraderecha respecto al topónimo de la ciudad. Según Segura, estos grupos políticos se basan únicamente en un informe «a conveniencia» de un catedrático, que si bien merece respeto, no es filólogo ni experto en la materia.
Frente a este informe, Segura destaca que existen numerosos estudios, trabajos y acuerdos de personalidades y entidades capacitadas que avalan la forma valenciana «Castelló» como único topónimo adecuado. Estos informes fueron la base para que el Acord de Fadrell, liderado por el Partido Socialista, aprobase en 2018 la forma exclusiva en valenciano «Castelló de la Plana», decisión que fue ratificada por el pleno del Consell en marzo de 2019.
El cambio de nombre a Castelló: avalado por la historia, la filología y la toponimia
José Segura, quien ya lo mencionó en el pleno del 30 de mayo, reitera su postura basándose en las opiniones de reconocidos expertos. Entre ellos, destaca a Germá Colón Domènech, hijo predilecto de la ciudad; Antonio Gascó, cronista de la ciudad; Vicent Pitarch, miembro del Institut d’Estudis Catalans y estudioso de las Normas de Castelló de 1932; y Vicente García Edo, especialista en derecho foral y profesor de la Universitat Jaume I.
Todos ellos, en un manifiesto firmado en abril de 2017, dejaron claro que el cambio de Castellón a Castelló de la Plana suponía una reparación histórica. Recuperar el nombre únicamente en valenciano, por razones históricas, filológicas, de dignidad y estéticas, era un paso más que necesario.
Asevera, Segura.
El propio Ayuntamiento, a través del Negociado de Normalización Lingüística, elaboró un informe que avalaba esta postura. El informe defendía la tradición en el uso culto valenciano durante más de 500 años. Además, se destacaba que esta era la forma propuesta por lingüistas, geógrafos y escritores de diversas ideologías, así como por instituciones como el Institut de Filologia Valenciana.
Para José Segura, la actitud de PP y Vox no solo implica un error histórico con el nombre oficial de la ciudad, sino que también busca imponer una ideología que margina al valenciano.