Tras prolongadas negociaciones, la Comisión Europea ha aprobado una ley que prohibirá la venta de vehículos con emisiones de CO₂ en la Unión Europea a partir de 2035.
Ayer, los ministros de energía de los países miembros votaron a favor de esta regulación con 23 votos a favor, la abstención de Bulgaria e Italia y el voto en contra de Polonia. Finalmente, Alemania votó a favor después de llegar a un acuerdo con Europa para incluir la excepción de los e-fuels o combustibles sintéticos en esta regulación, tal como se había previsto.
Alemania impone incluir la excepción de los e-fuels en la normativa 2035
No ha sido un camino fácil, pero la regulación que prohibirá la compra de vehículos nuevos en Europa que emitan CO₂ a partir de 2035 ha sido aprobada. Hace algunas semanas, el Parlamento Europeo votó a favor, pero aún faltaba ratificar la ley por los veintisiete miembros de la Comisión Europea.
En ese momento, Alemania se retractó y bloqueó la votación para modificar los términos de la ley e incluir la excepción de los e-fuels, argumentando que estos combustibles sintéticos permitirían continuar vendiendo coches con motores de combustión sin emitir ni un gramo de CO₂.
De esta manera, se abrió la posibilidad de salvar al coche de combustión en nuestro continente. Siendo conscientes de la importancia de la industria automotriz para la Unión Europea y de los millones de empleos que dependen de ella, países como República Checa, Italia y Polonia apoyaron a Alemania, mientras que otros como España expresaron su desacuerdo con esta estrategia.
En medio de este caos político, la semana pasada se filtró un borrador que supuestamente había sido redactado por la Comisión Europea para incluir la excepción de los e-fuels y evitar más retrasos en la aprobación de la regulación. Unos días más tarde, la Comisión finalmente aprobó la ley, aunque con el voto en contra de Polonia y la abstención de Bulgaria, Italia y Rumania.
Todos estos movimientos han permitido incluir la excepción de los e-fuels, pero el objetivo de la Unión Europea sigue siendo reducir las emisiones de CO₂ en un 55% para los coches nuevos y un 50% para las furgonetas en comparación con los niveles de 2021 para el año 2030, y lograr una reducción del 100% en ambos casos a partir de 2035.
Según indica la Comisión Europea: «La regulación hace referencia a los e-fuels y, después de consultar con las partes interesadas, la Comisión presentará una propuesta para registrar los vehículos que funcionen exclusivamente con combustibles neutros en CO₂ después de 2035, en conformidad con la legislación de la UE, fuera del ámbito de aplicación de las normas para flotas y de acuerdo con el objetivo de neutralidad climática de la UE».
Quitando la excepción de los e-fuels, la regulación es idéntica a la aprobada por el Parlamento Europeo en febrero, lo que significa que se mantiene la llamada «enmienda Ferrari», que exime a los pequeños fabricantes de automóviles de cumplir con estos objetivos hasta finales de 2035.
La clave de esta excepción radica en que salva a los coches de combustión, lo que significa que se podrán adquirir en nuestro continente a partir de 2035, siempre y cuando funcionen con combustibles sintéticos o hidrógeno. Será necesario ver cuál será el precio de los e-fuels para ese momento.