El simulacro forma parte de un plan de entrenamiento continuo, buscando mejorar la seguridad y la atención médica en las zonas de playa.
La playa de Almassora fue el escenario de un exitoso simulacro de emergencia que puso a prueba la coordinación y eficiencia de los servicios de rescate y atención médica. El ejercicio, realizado en la zona del Roser del Mar, simuló un incidente en el que una persona sufrió un traumatismo en la pierna tras caer desde el espigón.
El simulacro contó con la participación de un equipo de cinco socorristas, compuesto por un patrón, un rescatador, un coordinador y dos socorristas adicionales. Junto a ellos, personal sanitario del centro de salud local se desplazó al lugar para proporcionar la atención médica necesaria.
El objetivo del simulacro fue evaluar la capacidad de respuesta y la cooperación entre los diferentes cuerpos de emergencia en una situación crítica. Durante el ejercicio, los socorristas demostraron una rápida intervención, estabilizando al herido y preparándolo para su traslado en apenas 7 minutos y 38 segundos. Este tiempo fue crucial para asegurar una respuesta eficiente y demostrar la preparación del equipo para manejar emergencias reales en la playa.
El éxito de este simulacro no solo resalta la profesionalidad de los socorristas y del personal sanitario, sino que también subraya la importancia de la preparación y la práctica regular para enfrentar situaciones de emergencia. Estos ejercicios permiten a los equipos identificar áreas de mejora y garantizar que las respuestas en situaciones reales sean rápidas y efectivas.