La campaña involucra a Policía Local para informar a los propietarios de perros
El Ayuntamiento de Almassora ha iniciado esta mañana el reparto de botellas para que los propietarios de mascotas puedan limpiar la orina de sus animales en la vía pública y mejorar así la higiene de la ciudad. El mostrador de la planta baja es el escenario elegido para la recogida de los 500 recipientes que el departamento de Medio Ambiente distribuye de forma gratuita.
La campaña involucra a la Policía Local para que los agentes informen a las personas que pasean a sus mascotas de que el consistorio pone a su disposición botellas con las que eliminar los restos de la vía pública. No en vano, ensuciar las calles o el mobiliario urbano está considerado infracción leve dentro de la ordenanza municipal y conlleva multas de entre 30,05 y 601,01 euros.
Además del reparto de los recipientes, el Ayuntamiento de Almassora ha editado un vídeo de poco más de un minuto que propone “acciones muy sencillas” para evitar que la orina de las mascotas deteriore la ciudad. La proyección recomienda educar a las mascotas para que utilicen los ‘pipican’ o aprovechar el alcantarillado, pero nunca permitir que los perros hagan sus necesidades en los parques infantiles, las aceras o las fachadas de edificios y tampoco está permitido que orine nen los neumáticos de los vehículos estacionados ni en el mobiliario urbano.
Según indican desde el departamento de Medio Ambiente, la acción será más efectiva si las personas propietarias de los animales diluyen vinagre en el agua del frasco, dado que reacciona contra las bacterias y libera de manchas y malos olores. De hecho, una cara de la botella contiene el escudo del Ayuntamiento de Almassora y el logo de la concejalía y la otra indica con una marca la cantidad de agua y vinagre recomendados.
La campaña entra en vigor hoy, coincidiendo con la celebración del Día de los Derechos de los Animales la próxima semana, “ya que cumplir con las obligaciones que tenemos como propietarios de mascotas es también una forma de respetarlas, además de garantizar una mejor convivencia con el resto de la población y una muestra de responsabilidad hacia el entorno”, según la concejala de Medio Ambiente, María José Tormo.
En este sentido, Tormo ha recordado que, al margen del efecto que causa en fachadas y mobiliario, la orina que se filtra daña elementos como las farolas “cuya reposición supone un coste muy elevado para los fondos municipales, que no son otra cosa que el dinero que pagan los contribuyentes a través de sus impuestos”.