La reina, María Gonell Esteve, y su corte accederán al trono en 2021
La Junta Local de Fiestas de Almassora (JLF) y la concejalía del área han confirmado la suspensión de las fiestas de Santa Quitèria debido a la pandemia de coronavirus. La reina de las fiestas 2020, María Gonell Esteve, y las damas de su corte de honor han acordado retrasar un año la representación de su cargo y, por tanto, accederán al trono en mayo de 2021.
La concejala de Fiestas, Isladis Falcó, ha agradecido a las tres jóvenes y a sus familias “la responsabilidad y comprensión” mostradas ante una decisión inédita en el municipio y precipitada por la alerta sanitaria. La JLF trasladó a la reina y sus damas la posibilidad de que accedieran al trono en los días previos a la semana grande de octubre o que Almassora mantuviera el calendario habitual que marca el acto de presentación, pregón y romería en un mismo fin de semana en mayo de 2021.
“Finalmente, todas ellas están de acuerdo en aplazar un año su cargo y así se hará, con el doble de ilusión y con la responsabilidad de que todos sabemos que lo más importante ahora es atajar el virus y que las personas enfermas se recuperen”, ha señalado Falcó. La máxima responsable del área ha incidido en que el Ayuntamiento mantiene, de momento, las celebraciones en honor a la Mare de Déu del Roser, supeditadas como todo el calendario de actividades a la superación de la pandemia.
Reactivar la economía
La alcaldesa de Almassora, Merche Galí, ya ha traslado la suspensión a todos los grupos políticos con representación municipal y esta mañana, en junta de gobierno celebrada a distancia, ha confirmado a su equipo la decisión de la reina y su corte. La voluntad del consistorio pasa por reactivar la economía de Almassora con fondos de la partida de Fiestas, así como de otras áreas que han suspendido la programación prevista por el coronavirus.
Deportes, cultura, actividades educativas, cursos para la juventud… la práctica totalidad del consistorio ha paralizado el presupuesto vigente ante la alerta sanitaria, un hecho que motivará la reestructuración de las cuentas públicas del ejercicio una vez que finalice la situación de emergencia.
