Aparte de las intervenciones en empresas, en dos mil veintiuno se examinaron en mataderos un total de 89.659.018 animales.
La Dirección General de Salud Pública y Adicciones efectuó el año pasado noventa y tres mil ochocientas sesenta y siete inspecciones y auditorías a industrias y establecimientos alimenticios en la Comunitat Valenciana para supervisar la calidad y seguridad de los alimentos, conforme han informado fuentes de la Generalitat.
Estas actuaciones se incluyen en el Plan de Seguridad Alimenticia de la Comunitat Valenciana, del que hoy se ha presentado el cómputo del ejercicio dos mil veintiuno en la Comisión de Seguridad Alimentària de la Comunitat Valenciana en un acto al que asimismo ha asistido la consellera de Agricultura, Mireia Mollà.
A este respecto, el conseller de Sanidad Universal y Salud Pública, Miguel Mínguez, ha señalado que el informe describe y examina el resultado de la ejecución del Plan,
Orientado a asegurar alimentos seguros, producidos de forma sustentable y una alimentación sana, en el marco de las políticas europeas de seguridad alimenticia y nutrición.
Para lograr este propósito, el Plan tiene un enfoque global e integrado durante toda la cadena alimenticia, desde la producción primaria hasta el consumo de los alimentos, en todos y cada uno de los campos de la nutrición.
Mínguez ha señalado que este informe sigue el enfoque «One Health por el hecho de que integra acciones de diferentes áreas como la Salud Pública, la salud animal, la salud vegetal y el medioambiente para contestar conjuntamente».
En verdad, aparte de las intervenciones en empresas, en dos mil veintiuno se examinaron en mataderos un total de 89.659.018 animales con el propósito de supervisar las enfermedades zoonóticas o epizoóticas y el bienestar animal.
Por su lado, los laboratorios de Salud Pública de la Conselleria examinaron ocho mil trescientas nueve muestras de comestibles para asegurar la calidad de los alimentos que adquiere y consume la ciudadanía. De los resultados conseguidos en los diferentes escenarios, se concluye que los comestibles puestos a la predisposición del consumidor sostienen un alto grado de seguridad.