La alcaldesa envía cartas a diferentes administraciones y entidades para impulsar acciones que generen nuevas oportunidades
La alcaldesa de Castellón, Amparo Marco, insta a sumar esfuerzos entre administraciones y entidades públicas “para seguir promoviendo políticas de igualdad que generen oportunidades de desarrollo y contribuyan a eliminar barreras sociales que todavía hoy en día discriminan a las mujeres residentes en el mundo rural”.
Con este objetivo, Marco ha enviado cartas a la Federación Valenciana de Municipios y Provincias (FVMP), a la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), a la Universitat Jaume I (UJI), a la Generalitat, al Gobierno de España y a la Comisión Europea instando a adherirse a la propuesta de declaración del mes de octubre como Mes de la Mujer Rural y a la Declaratoria de las Mujeres Rurales de América Latina y el Caribe, para ampliar así la visibilidad de una problemática y avanzar hacia una igualdad real.
Cada 15 de octubre se conmemora a nivel mundial el Día de las Mujeres Rurales. Fue establecido por la Asamblea General de Naciones Unidas en su resolución 62/136, de fecha 18 de diciembre de 2007. En ese documento se reconoce la función y contribución decisivas de la mujer rural, incluida la mujer indígena, en la promoción del desarrollo agrícola y rural, de la mejora de la seguridad alimentaria y la erradicación de la pobreza rural. “Pero la realidad exige que la efeméride no deba ceñirse a una única jornada, si no que cabe extenderla, y con el objetivo de ampliar la visibilidad de esta problemática, apelo a la colaboración de las instituciones competentes en el desarrollo de la igualdad”, ha resaltado la primera edila.
En la misiva, la alcaldesa resalta el trabajo de la Red Iberoamericana de Municipios por la Igualdad de Género (Rimig) en la misma dirección, con la idea de sumar esfuerzos y apoyar iniciativas locales a favor de la igualdad. Una red, de la que Marco es vicepresidenta, que se constituye como espacio de diálogo para la generación de acciones, estrategias y recursos para avanzar en el desarrollo local de las ciudades desde la perspectiva de género.
La alcaldesa también incide en su escrito en que el objetivo de la igualdad ha de ser “constante y permanente”. “Los derechos humanos deben extenderse en las sociedades desarrolladas y democráticas para garantizar las oportunidades de desarrollo individual y colectivo de todas las personas, pero en especial en los territorios con más obstáculos sociales, económicos y culturales para lograrlo. La defensa de la igualdad de oportunidades ha de liderar la agenda política del siglo XXI”, resalta.
En esta línea, la carta incluye datos de ONU Mujeres, que indican que menos del 20% de los propietarios de tierras en todo el mundo son mujeres y que en las zonas rurales la diferencia salarial de género llega al 40%. También hacen hincapié en que reducir la brecha en las tasas de participación de la fuerza laboral entre hombres y mujeres en un 25% para el año 2025 podría aumentar el PIB mundial en un 3,9%. Y si las mujeres de las zonas rurales tuvieran el mismo acceso a los activos agrícolas, la educación y los mercados que los hombres, se podría aumentar la producción agrícola y reducir el número de personas que padecen hambre en 100-150 millones.