"La escena volvió a repetirse minutos después de la tercera embolada cuando otro astado quedó con la cabeza enredada en un pesado rollo de soga, con el riesgo de incendiarse".
AnimaNaturalis ha denunciado que durante un concurso de emboladores en Morella (Castellón) el pasado sábado, un toro se desplomó, y los aficionados intentaron «censurar» la grabación del incidente.
Tanto AnimaNaturalis como CAS International documentaron el concurso durante el fin de semana. La organización dedicada a la defensa de los derechos de los animales señaló en un comunicado,
De los cuatro toros utilizados, dos sufrieron accidentes que, a pesar de los intentos de censura, pudieron ser registrados. El equipo de grabación temió por su integridad física y la de los equipos de grabación.
Según explicaron, alrededor de las 23.30 horas del sábado comenzó el concurso de emboladores de Morella en una plaza con «muchos niños pequeños«.
Desde los primeros minutos, las activistas que iban a grabar el evento fueron señaladas por el animador, quien a través de la megafonía describió cómo iban vestidas y comenzó el acoso contra ellas por el uso de las cámaras.
Destacaron.
«A lo largo de los años, hemos estado presentes para ser testigos de estas tradiciones crueles en los pueblos y tener pruebas del maltrato y sufrimiento de los animales. Sin embargo, nunca nos podremos acostumbrar al acoso y agresión con el que se nos amenaza en algunos de estos espectáculos», expresó la directora de AnimaNaturalis en España, Aïda Gascón.
La situación más «tensa» ocurrió después de embolar al segundo animal, según la organización.
La cuerda que se le colocó en los cuernos no se cortó correctamente, y el toro comenzó a correr desesperadamente con ella aún enganchada. Una vez se liberó del embolador que lo sostenía por la cola, el toro salió disparado y se golpeó fuertemente la cabeza con un cajón de madera que estaba en la plaza.
Describieron.
«NO SON CASOS AISLADOS»
Según ha destacado Gascón, los casos de abusos hacia los animales en eventos taurinos no son hechos aislados.
Golpes, accidentes, desplomes, estrés y agotamiento son lamentablemente prácticas comunes para aquellos animales obligados a participar en estas celebraciones.
Además, ha añadido que es frecuente la coordinación entre aficionados y organizadores para evitar que se documente y revele la realidad de estos festejos populares con toros.
En una denuncia presentada por AnimaNaturalis, se relata el impactante incidente en este festejo taurino en el que un toro cayó desplomado y visiblemente aturdido. Ante esta situación, varios aficionados corrieron hacia el equipo de documentación exigiendo que se detuviera la filmación.
¡Baja la cámara!
De forma amenazante, un grupo de hombres se interpuso frente a las activistas, llegando incluso a arrebatarles las cámaras. Entre burlas y comentarios machistas, justificaron su comportamiento argumentando que no deseaban que quedara constancia de los aspectos más crueles de la fiesta, según lo expresó uno de los taurinos presentes.
AnimaNaturalis ha señalado que pasaron varios minutos hasta que la organización logró arrastrar al animal hasta los corrales. Durante ese tiempo, el toro continuaba tambaleándose y cayendo repetidamente en la plaza, pero se dificultó obtener imágenes de esta situación debido a la hostilidad del grupo de aficionados. Las integrantes del equipo de investigación vivieron momentos de extrema tensión y temieron por su integridad física, incluso después de que este grupo se retirara, pues seguían recibiendo patadas por la espalda y comentarios burlones transmitidos por megafonía.
En cuanto al estado de salud del animal,
La organización denuncia que en ningún momento se informó al público sobre su bienestar ni se lamentó el dramático incidente ocurrido.
Estos hechos ponen de manifiesto la preocupante situación de maltrato animal en los festejos taurinos, así como la falta de transparencia y el intento de ocultar los abusos que ocurren en estos eventos. La lucha por el respeto y la protección de los derechos de los animales en este contexto continúa siendo un desafío importante para las organizaciones defensoras del bienestar animal.
«La escena volvió a repetirse minutos después de la tercera embolada, cuando el toro embistió contra una enorme maraña de cuerda que los participantes habían abandonado en la arena. El astado quedó con la cabeza enredada en un pesado rollo de soga, con el riesgo de incendiarse. Rápidamente, los mismos hombres y algunos aficionados más comenzaron a tapar las cámaras e increpar a las dos activistas«, ha denunciado.
Desde las organizaciones denuncian,.
La censura y la situación de violencia sufrida el sábado en Morella contra las dos fotógrafas que se encontraban pacíficamente en la plaza documentando el evento, lo que demuestra la preocupación del sector taurino porque se hagan públicas imágenes de la cruel realidad de sus fiestas.
Concluyen.