El Secretario General del consistorio aconseja al Gobierno Municipal paralizar el proceso hasta la resolución de las alegaciones
Parece algo simple y básico aunque de todos son conocidas las prisas que entran en ciertos socios de Gobierno cuando se trata de la enfermiza obsesión del derribo de la Cruz de Ribalta.
El Ayuntamiento de Castellón, asesorado por el Secretario General, ha decidido suspender los trámites para retirar la Cruz del parque Ribalta a pesar de que la concejala de Cultura perteneciente a Compromís, Verónica Ruiz, inició un procedimiento para derribar el monumento por la vía de urgencia y cumplir, bajo su punto de vista, con la ley de Memoria Histórica.
El Secretario General, con buen criterio, ha aconsejado paralizar el procedimiento de derribo hasta que sean resueltas la alegaciones presentadas por diversos colectivos
Hay que recordar que el pasado 26 de marzo, la titular del Juzgado Contencioso-Administrativo nº1 de Castellón decidió aplicar medidas cautelarísimas, tras una denuncia presentada por la Asociación de Abogados Cristianos.
La mayoría de las alegaciones presentadas contra la retirada del monumento se basan en que en 1979, el pleno municipal del Ayuntamiento de Castellón acordó eliminar la simbología franquista de la Cruz del Ribalta.