El expediente se someterá a un período de información pública de 20 días para que se puedan presentar alegaciones.
El Pleno del Ayuntamiento de Castellón ha aprobado de manera provisional el cambio de denominación del municipio a la forma bilingüe Castelló de la Plana/Castellón de la Plana, siguiendo el informe del filólogo y catedrático emérito de Literatura Española de la UJI, Santiago Fortuño. La votación contó con el apoyo del PP y VOX, mientras que el PSPV y Compromís se opusieron.
El expediente pasará por un período de información pública de 20 días para permitir la presentación de alegaciones. En caso de no haber ninguna objeción, se remitirá a la Dirección General de la Administración Local de la Generalitat Valenciana.
Durante la sesión, algunos concejales del PSPV y Compromís llevaron camisetas con el lema ‘La llengua no es toca’, y exhibieron carteles con la frase ‘El nom és Castelló’ durante el debate sobre este punto, recibiendo la reprimenda de la alcaldesa, Begoña Carrasco, por la exhibición de estos carteles en el turno de palabra del edil de VOX, Antonio Ortolá.
El portavoz de Compromís en el Ayuntamiento, Ignasi Garcia, criticó la decisión, argumentando que el cambio responde al «odio al valenciano» por parte de la derecha representada por el PP y VOX. Además, cuestionó el informe de Fortuño, señalando que no es lingüista y que ha sido desautorizado por la Fundació Germà Colón. Garcia solicitó que se incorpore al expediente municipal el informe del departamento de Filología y Culturas Europeas de la UJI y anunció que presentará alegaciones contra el cambio de denominación.
A continuación, el portavoz de VOX, Antonio Ortolá, acusó a la izquierda de atacar la libertad lingüística, religiosa y educativa, defendiendo la necesidad del doble topónimo para garantizar la libertad de los habitantes de la ciudad.
El concejal socialista José Segura mencionó que varios expertos respaldaron la adaptación de la forma en valenciano del topónimo de la ciudad, mientras que la Academia Valenciana de la Llengua afirmó que Castellón no es una evolución histórica castellana, sino una adaptación morfológica posterior a partir de Castelló.
El concejal del PP, Vicent Sales, defendió el cambio como una reinstauración de la forma bilingüe, destacando que PSOE y Compromís habían suprimido Castellón y que ellos restituyeron la tradición bilingüe.