"El Gobierno sigue sin anunciar medidas para atajar esta crisis energética y el marco de ayudas de estado de la UE es insuficiente"
El coste del gas en el primer trimestre de 2022 es un 479% más alto que en el mismo periodo de 2021 |
Las empresas están absorbiendo gran parte del incremento de los costes de producción y su rentabilidad está viéndose muy afectada |
Entre el 1 de diciembre y el 15 de marzo se han registrado 20 ERTEs afectando a 3.490 trabajadores y se prevén más expedientes en las próximas semanas |
La Asociación Española de Fabricantes de Azulejos y Pavimentos Cerámicos (ASCER) alerta de que el impacto del aumento de los costes energéticos, sobre todo del gas, para la industria es insostenible y está abocando a paradas en la producción y sensibles pérdidas en la rentabilidad de las empresas que ven su viabilidad económica comprometida.
El precio medio del gas (mercado de referencia TTF) en 2020 fue de 7,78 €/MWh, y en 2021 el precio medio creció un 495% hasta los 46,29 €/MWh. La situación ya era alarmante en otoño de 2021 como veníamos manifestando, con incrementos estimados en la factura energética sectorial en 2021 del orden del 263% pudiendo llegar a los 1.734 millones de €. El conflicto bélico entre Rusia y Ucrania ha agravado más si cabe la situación, registrándose récords sin precedentes en los precios de la energía, como el del pasado 7 de marzo con un precio medio del TTF de 227,20 €/MWh. Entre el 1 de enero y hasta el 15 de marzo la media del precio TTF ha sido de 107,26 €/MWh, un 479 % mayor si lo comparamos con el mismo periodo del año anterior.
La situación que atraviesa la industria es de emergencia, a la crisis en la energía se suman los problemas de abastecimiento de arcillas y caolines, el auge de precios de materias primas en general, la subida del coste de fletes, y la guinda es el paro en el transporte que no hace más que agravar la delicada situación. Según el presidente de ASCER: “nos encontramos en medio de una tormenta perfecta, y el Gobierno sigue sin reaccionar ni anunciar medidas, la pérdida de confianza de los sectores es notoria”.
Las empresas del sector, a pesar de haber incrementado los precios de sus productos están absorbiendo gran parte del incremento de los costes -no solo de energía si no también del resto de materias primas- en detrimento de sus cuentas de resultados y rentabilidad para tratar de mantener su competitividad internacional. Esta situación no es sostenible de alargarse en el tiempo, comprometiendo la viabilidad de las empresas del sector y obligando a tomar medidas para limitar el impacto con paradas de producción y ERTEs. Desde el 1 de enero hasta el 15 de marzo se han registrado 20 ERTEs con un total de 3.490 trabajadores afectados. “Son numerosos los expedientes que se están negociando y que van a presentarse en las próximas semanas, pudiendo llegar a convertirse en extinciones de empleo de no mejorar la coyuntura” señala Vicente Nomdedeu, presidente de ASCER.
“Para nuestras empresas no es sencillo trasladar directamente al precio de venta el incremento de nuestros costes de producción. No hay que olvidar que operamos en un mercado global y que el 75% de nuestras ventas se hacen en exportación, y competimos tanto con terceros países con menores costes de producción, como con otros productos de recubrimiento sustitutivos” apunta Vicente Nomdedeu, presidente de ASCER. “Llegará un punto en que el cliente no aceptará más subidas en los precios de producto con la consecuente pérdida del mercado”, añadió.
Sin medidas de apoyo por parte del Gobierno
Desde el sector se han trasladado una serie de medidas al Gobierno para atajar esta sangría en la industria gasintensiva, la gran olvidada en esta crisis. “El gobierno está poniendo el foco en atajar el precio de la electricidad y en diseñar medidas para las industrias electrointensivas, pero lamentablemente nuestro sector está muy afectado por el gas y no hemos visto hasta el momento ninguna medida orientada a reducir las facturas del gas para la industria”. ASCER participa junto a otros sectores industriales en reuniones periódicas y de seguimiento con los Ministerios de Transición Ecológica y de Industria, y ha solicitado la celebración de reuniones específicas para abordar en concreto el problema del gas, sin haberse logrado ningún avance en este sentido.
El sector cerámico ha solicitado una batería de medidas desde el pasado otoño, tanto a corto, a medio y a largo plazo, pero la gravedad de la situación hoy hace precisas medidas más contundentes y excepcionales que permitan a una industria gasintensiva como la nuestra poder atravesar esta crisis. Algunas de estas medidas excepcionales y urgentes son la intervención temporal de los precios energéticos, establecimiento de ayudas directas a industrias intensivas en consumo de gas, y moratorias de pagos para empresas afectadas por la crisis energética, todas ellas medidas encaminadas a dar liquidez a las empresas y poder mantener así la producción y el empleo.
En el día de ayer, la Comisión Europea publicó el marco de ayudas de estado para los sectores afectados por la guerra de Ucrania. Este marco identifica un listado de sectores especialmente expuestos en su anexo I y se incluye al sector azulejero, sin embargo, se trata de unas ayudas que únicamente van encaminadas a atenuar el sobrecoste del precio del gas cuando el TTF esté en niveles extremos como los que vivimos la semana del 7 de marzo.
La Comisión Europea prevé que se pueda compensar hasta el 70% del coste del gas que supere el doble del precio medio de 2021 (cifra que se tomará como referencia en cada caso particular), lo que en la práctica para una industria que con precios por encima de los 60-80€/MWh ya está gravemente comprometida pueda no suponer ningún alivio. Por otro lado, se trata de un marco temporal hasta finales de 2022 y ahora deben ser los estados miembros los que determinen y detallen las medidas a aplicar, siendo los estados con mayor capacidad económica los que cuentan con un mayor margen de maniobra para ayudar a sus industrias.
ASCER valora de forma moderadamente positiva la medida de la Comisión Europea pero una vez más está lejos de la realidad y en la práctica no va a suponer un alivio para la situación de emergencia en la que se encuentra la industria, y en concreto, para el sector azulejero. “El límite que se ha marcado a partir del cual se otorgarían las ayudas es demasiado alto, esto significa que las ayudas llegarán cuando el sector ya esté en una situación muy grave y con las empresas paradas o a punto de hacerlo”, apunta el secretario general de ASCER, Alberto Echavarría.