La patronal afirma que, en conformidad con lo establecido en el AENC, ofreció importantes incrementos salariales.
La Asociación Española de Fabricantes de Azulejos y Pavimentos Cerámicos (ASCER) ha expresado su preocupación ante las pretensiones de las organizaciones sindicales en las negociaciones del convenio colectivo. Se refiere a la solicitud de la aplicación completa de los incrementos y garantías establecidos en el V Acuerdo para el Empleo y Negociación Colectiva (AENC), así como otras reivindicaciones sindicales. Según la patronal azulejera,
Estas demandas ignoran deliberadamente el contenido del AENC y la realidad actual del sector, lo que podría llevarlo innecesariamente a un conflicto.
La patronal destaca que el sector español de fabricación de azulejos y pavimentos cerámicos enfrenta una marcada pérdida de competitividad. Esta situación se debe a las repercusiones de la invasión de Ucrania, que ha llevado al encarecimiento de materias primas y a aumentos significativos en los precios de la energía. Además, el sector se ve afectado por una crisis global de demanda de productos cerámicos europeos debido a la inflación en los mercados y al inevitable aumento de precios en comparación con otros productores cuyos costos son considerablemente más bajos, no cumpliendo con los estándares sociales y medioambientales europeos.
ASCER ha señalado que las empresas dedicadas a la fabricación de azulejos y pavimentos cerámicos han estado haciendo «grandes esfuerzos» durante más de dos años para mantener su actividad, producción y empleo, lo que ha afectado negativamente a sus estados financieros.
A pesar de estos esfuerzos, la producción se redujo en un 15% en 2022 y un 21,2% en 2023, alcanzando menos de 400 millones de metros cuadrados. Se ha perdido aproximadamente un tercio de la producción, con la destrucción de casi 190 millones de metros cuadrados en apenas dos años.
En cuanto a las ventas, la exportación, que constituye el 75% del total, experimentó una caída del 13% en 2022 y un 22,6% entre enero y noviembre de 2023. Se estima que la facturación total del sector se reducirá en aproximadamente 1.000 millones de euros en 2023.
En cuanto al empleo, a pesar de los esfuerzos realizados por las empresas y los trabajadores para mantenerlo mediante diversas herramientas, como la suspensión temporal de empleo, se ha producido una reducción de más de 2.300 puestos de trabajo entre julio de 2022 y diciembre de 2023.
A pesar de la situación descrita, en la última sesión negociadora, ASCER expresó su disposición a aplicar una «mejora salarial» a pesar de la coyuntura adversa. Esta oferta formal fue rechazada por los sindicatos, que se oponen al 100% de su plataforma inicial y exigen la aplicación automática del V Acuerdo para el Empleo y Negociación Colectiva (AENC) firmado por CEOE, UGT y CCOO a mediados del año pasado.
ASCER ha aclarado que el V AENC, en cuanto a los incrementos salariales, está acordado considerando no solo la evolución de los precios al consumo, sino también un escenario de crecimiento, «como de hecho está ocurriendo en diferentes actividades económicas». Lamentablemente, el sector cerámico no se encuentra en esa situación, según indicó la patronal.
Según ASCER, el acuerdo mencionado establece claramente que debe haber «un avance en el crecimiento de los salarios, donde la realidad económica de los sectores y/o empresas lo permita». Además, señala que «los negociadores deberán tener en cuenta las circunstancias específicas de su ámbito para fijar las condiciones salariales, de tal manera que la aplicación de las directrices anteriores podrá adaptarse en cada sector o empresa, con situaciones muy desiguales de crecimiento teniendo como objetivo el mantenimiento y la creación de empleo».
La patronal afirma que, a pesar de la crisis que atraviesa el sector, y en conformidad con lo establecido en el AENC, ofreció importantes incrementos salariales. Además, destaca que el convenio colectivo sectorial acumula una mejora sobre la inflación del 23,61% desde 1985 hasta 2022.
Por otro lado, ASCER resalta que el Gobierno ha introducido nuevas «incertidumbres» con la anunciada reducción de la jornada semanal, lo que implicará un aumento de los costes laborales superior al 6%. «Esto afecta de manera negativa al proceso de negociación de los nuevos convenios colectivos para 2024 y 2025». Concluye.
Fotografía portada: ASCER – RR.SS.