La asociación Autónomos pide que se mantengan hasta después del verano, que se establezcan criterios claros y en caso de que se deniegue el ERTE concedido no se impongan recargos
La asociación Autónomos Unidos para Actuar (AUPA) ha advertido que los Erte específicos que ha arbitrado el Gobierno para el periodo de Alarma son como un colador, con muchos agujeros por los que eliminarte, tanto durante su aplicación como en su justificación por las dificultades que presenta, y que se está enterrando al empresario en papeles.
La portavoz de AUPA Beatriz González considera “que este mecanismo ha sido una buena idea con una ejecución que deja mucho que desear. Esta forma de ayudas se debe extender más allá del 30 de junio, cubriendo al menos el verano y en algunos sectores hasta fin de año”.
Los ERTE se establecieron contemplando dos situaciones, los cierres por fuerza mayor y la disminución de los ingresos de las empresas en un 75%. “Ahora tenemos que decidir nosotros si el ERTE es parcial o total y justificar el porqué. Nos entierran en burocracia. Y encima sin saber qué criterio aplicará la Administración en un futuro cuando revise nuestros expedientes, lo que nos deja en la incertidumbre y en riesgo de tener que devolver las ayudas”.
Explica que el empresario tiene que justificar “por qué estando en Fase 1, 2 ó 3 no o bien continuamos sin abrir o no recuperamos a toda la plantilla. Eso es muy complicado. Puede que a posteriori se denieguen a miles de empresas. Necesitamos respuestas por parte del Gobierno y urge un mínimo desarrollo reglamentario”.
Para González “con lo que tenemos encima añadir otra espada de Damocles no es de recibo, es meter más presión, incertidumbre y temor al pequeño empresario, que está haciendo todo lo posible por reactivar este país”.
Desde AUPA se recuerda que los autónomos “han solicitado esta fórmula porque no tenían otro remedio, no porque quisieran cerrar su negocio y parar la actividad. Y si siguen cerrados o no han sacado a nadie de los ERTE no es por gusto”, explica la portavoz de AUPA.
Por otra parte, González alerta de que “tal como está planteado el incentivo, te ves atrapado en el mismo. Siempre tienes que dejar a alguien en el ERTE, porque mientras mantengas a algún empleado en esta situación podrás incluso hacer que otros que has recuperado para la actividad vuelvan. Puedes ir hacia delante y también hacia atrás si tu negocio no evoluciona como debe, pero si haces el esfuerzo de sacarlos a todos no hay periodo ventana, el incentivo se termina”.
Además, denuncian otra paradoja por lo que respecta a las bonificaciones en las cuotas de la seguridad social de los trabajadores que vuelvan a la actividad. Como el decreto que lo regula se emitió el 18 de mayo, quien hubiera rescatado a algún trabajador previamente “haciendo muchísimos esfuerzos económicos y siendo el primero en querer reactivar su negocio, se ve penalizado porque no tendrá ayudas. Es algo incomprensible”. Por ello, piden que se extiendan las bonificaciones con efectos retroactivos durante todo el estado de alarma.
Además, desde AUPA se han mostrado preocupados por cómo se van a aplicar las bonificaciones de los trabajadores que se van dando de alta de los Erte, porque administrativamente un trabajador ha podido estar en Erte, haber sido recuperado y volver a la situación previa. “Van a ser un problema”, vaticina González.
La asociación de autónomos pide que los Erte no se utilicen como una fórmula recaudatoria y se elimine el recargo en caso de que una vez revisado el expediente de concesión se considere que el empresario no ha podido justificar suficientemente que cumple con las condiciones solicitadas.
De igual modo, reclaman al Ejecutivo que acelere todo lo posible las medidas para dotar de liquidez y que todos los Erte aprobados se paguen, así como más personal para terminar con los atascos administrativos que están llevando a que las ayudas no lleguen a las personas que lo necesitan. Hay situaciones muy extremas, personas que teniendo el subsidio se ven sin nada. Son nuestros trabajadores y el tejido empresarial que sostiene el estado de bienestar y no queremos verlos así.