Los bomberos voluntarios de 'Bombers pel Món' se enfrentan a situaciones "dantescas", rescatando heridos seis días después de la catástrofe, la cual lamentan por la "falta de prevención y alertas a tiempo".
La Comunidad Valenciana vive una de las peores catástrofes naturales de su historia reciente tras la DANA que se desató el pasado 29 de octubre, causando estragos y dejando un escenario de devastación tanto humana como material. Según datos oficiales, el número provisional de víctimas mortales asciende a 211, sin un registro claro de las personas desaparecidas. Para hacer frente a esta catástrofe, Bomberos Voluntarios, en sus días libres, se van a trabajar a «las Zonas Cero’, sin descanso pero con un espíritu altruista que pone los pelos de punta.
Van a la provincia de Valencia a ayudar en las poblaciones que viven una devastación personal, material, medioambiental con graves consecuencias en todos los Sectores Primarios, en Industria, Comunicaciones, Educación, Sanidad,… «en todo», provocada por la DANA.
Bomberos voluntarios al rescate sin descanso
Equipos de Bomberos Voluntarios Profesionales de todo el país e incluso de Francia, han acudido a la provincia de Valencia, para auxiliar a las poblaciones más afectadas. Desde las primeras horas de la emergencia, Bomberos Forestales de Castellón, Valencia y Alicante, Bomberos Helitransportados de Generalitat, Bomberos de diversas Comunidades Autónomas como Madrid o Cataluña y rescatistas de Open Arms, se han organizado a través del Centro de Recepción de Medios Profesionales y Voluntariado (CRM).
Todos han ido a Valencia a ayudar. Acceden a los servicios de forma sectorizada a través de la ONG ‘Bombers pel Món‘ y prestan su altruista servicio, además del ya prestado, en trabajos de evacuación de personas todavía heridas, en zonas de actuación como Paiporta, Picanya, Alfafar, Catarroja o Benetússer. La ONG «Bombers pel Món» ha coordinado un operativo con 53 recursos de Bomberos de manera totalmente altruista y de voluntariado.
Uno de los efectivos de Bomberos describe la situación como «dantesca»,
Esta situación es dantesca, podría haberse prevenido, necesitamos una comunicación más eficiente con los datos que ofrece la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) y los datos de AEMET con el Centro de Coordinación de Emergencias en situaciones de alerta. Frente a la DANA, no basta el aviso rojo; es fundamental enviar un SMS a la población en cuanto AEMET emite la ALERTA ROJA.
«Más vale prevenir que curar», insiste el profesional, quien critica la falta de preparación en la infraestructura local y en los sistemas de alerta a la población.
Las voces críticas no se han hecho esperar. En los municipios afectados, la gente clama por soluciones y se escuchan consignas como «Mazón, dimisión que lo dice la población» en alusión a las decisiones del ‘President’ de la Generalitat Valenciana, Carlós Mazón. También cuentan que había descontento por la visita institucional con toda la comitiva de los Reyes Felipe VI y Letizia, no les pareció un acierto. Conforme relatan,
Los Reyes nunca han venido aquí, y ahora que vienen, se pasean en lugar de trabajar. Lo que realmente necesitamos son herramientas, maquinaria y mano de obra. Ellos no vinieron a trabajar y, durante el tiempo que estuvieron aquí, solo obstaculizaron nuestro trabajo.
Insistiendo en que faltan médicos, obreros, grúas, gente que saque los coches, tractores, maquinaria…
Entre las decisiones tomadas por el actual gobierno de la Comunitat Valenciana, una de las más criticadas – fuera de las decisiones relacionadas con la devastación por la DANA-, es la eliminación en 2023 de la Unidad Valenciana de Emergencias (UVE), medida que algunos Bomberos y vecinos consideran ahora un error fatal.
Solidaridad y exigencia de responsabilidad
Empresas como la Jijonenca se ha convertido, a pesar del barro, en un punto de recogida para quien necesite la ayuda voluntaria de miles de personas que aportan comida, productos de higiene personal para todas las edades, pañales, ropa, utensilios , herramientas, enseres, entre otros productos de primera necesidad pero, «esto no acaba aquí», pasarán meses hasta que se pueda retomar una vida con ‘cierta normalidad’. La DANA ha arrasado con todo.
Esta catástrofe es histórica a nivel europeo por falta prevención.
Insisten los Bomberos que, agradecen el apoyo y la colaboración de la población, pero advierten sobre la importancia de mantener la ayuda de manera constante y organizada,
No como una entrada de caballo con parada de burro. Esta situación requerirá ayuda muchos meses.
El drama y los desafíos de una situación límite en Valencia tras la DANA
Las labores de rescate continúan bajo un panorama desolador: los garajes de las viviendas, centros comerciales y estacionamientos públicos, inundados y oscuros, representan uno de los mayores riesgos. Primero, los bomberos achican el agua con motobombas, escasas y muy solicitadas para una emergencia de esta magnitud.
Cuando aparece un coche, esperan a que el nivel del agua baje hasta la altura de su cintura para poder acceder, y en un gesto firme, rompen el cristal de la ventanilla, cruzando los dedos para no encontrar a nadie dentro, pues las dimensiones de la inundación en ciertos lugares dejan muy poca esperanza.
En estos espacios se encuentran vehículos sumergidos que inspeccionan con el alma en vilo, deseando no hallar víctimas atrapadas. Los coches que van sacando ya crean un escenario añadido al terror; ahora también aparecen amontonados en solares en las afueras de las localidades para, en otra fase, llevarlos al desguace y hacer desaparecer una imagen de destrucción y dolor imborrable.
Todo es marrón, aceitoso, con hedor, con animales muertos flotando en cualquier rincón junto a infinidad de objetos.
Explican los rescatistas sobre el panorama que enfrentan.
Nos cuentan que la gente dice que el río hubiera bajado igual, pero con avisos a tiempo, hubieran podido prevenir y resguardar coches, las personas acudir a zonas seguras. Está claro que estas cantidades de agua, como decía la AEMET, «son extraordinarias» pero, «cada vez se dan con más frecuencia». Insisten desolados.
Si se hubiera avisado con tiempo, hubiera habido pérdidas materiales, pérdidas humanas pero no con dimensiones de esta magnitud con la pérdida y desaparición de tantas vidas humanas.
Los Bomberos Voluntarios de Bombers pel Món volverán mañana martes a su turno de 12 horas, una semana después de la desgarradora DANA y lo harán junto a otros compañeros y compañeras de Emergencias y personas voluntarias venidas de todo el país y de Francia, para compartir su ayuda en un telón de fondo de desolación continua que no acaba, buscando principalmente vida en un escenario de muerte.
«Una calamidad»
Insisten los profesionales, tan acostumbrados a situaciones extremas de todo tipo. Piden encarecidamente que no se recorte en emergencias como lo ha hecho el gobierno valenciano de Mazón, «que quitó de un plumazo la Unidad Valenciana de Emergencias (UVE)». Solicitan que se coordinen todos los grupos de Emergencias.
Insisten, además, en que se asigne un mayor presupuesto para el rescate acuático, ya que es absolutamente necesario. Solicitan que no se recorten fondos a los Bombers de la Generalitat y piden un mayor presupuesto para los Bomberos del Ayuntamiento de Valencia.
Llamado a la prevención y a la coordinación en emergencias
Los bomberos piden al gobierno y a los ciudadanos un compromiso real con la prevención y la coordinación en situaciones de emergencia, «las lluvias cada vez son más intensas y frecuentes; es necesario estar preparados».
Valencia siempre ha sido una zona vulnerable, ya lo vimos con la riada de 1957. Si hubiéramos tenido aviso y preparación adecuada, las pérdidas habrían sido menores.
Lamentan los profesionales.
En medio de la destrucción, y al caer la noche, los Bomberos están exhaustos pero con un espíritu inquebrantable, se preparan para una nueva jornada de 12 horas de trabajo, enfrentando montañas de escombros y agua en su misión de dar esperanza y luz en un escenario de oscuridad absoluta.
Apenas pueden contar, contestar a nuestras preguntas. Están muy cansados pero su espíritu y la profesionalidad de su vocación de ayuda, les hace pensar en mañana y en las personas afectadas que conviven entre las montañas de escombros y agua estancada con el corazón roto a la espera de noticias sobre personas que no aparecen y el drama de contar por cientos los fallecidos.
Finalmente extienden un agradecimiento a los medios de comunicación por «poner voz a lo que sus manos tocan y sus ojos ven». Un agradecimiento que desde ‘Castellón Diario’ va de vuelta con toda la fuerza y ánimo. ¡GRACIAS!