El conductor del vehículo comenzó su huida al recibir el alto en un control rutinario de la Policía Local de Onda.
Los agentes municipales se encontraban llevando a cabo un control de rutina pasadas las 15:30 horas de este martes en la avenida Constitución de Onda cuando un Renault Megane de color rojo se aproximó a ellos, invadiendo el carril contrario y realizando un giro brusco para evitar el punto de inspección. A pesar de los intentos de los policías por detenerlo, el conductor hizo caso omiso y continuó a toda velocidad en dirección hacia l’Alcora.
El conductor, sin detenerse, continuó una peligrosa carrera por un estrecho camino rural, poniendo en jaque la seguridad de todos los presentes, peatones y niños que estuvieron a punto de ser arrollados.
Mientras tanto, la patrulla policial se aferraba al seguimiento del vehículo a toda velocidad, sin perderlo de vista en ningún momento. La tensión en la escena alcanzaba su punto máximo cuando el fugitivo, en un acto desesperado por escapar acabó con un violento choque contra un muro en la Partida Bobalar.
Tras el impacto, los agentes procedieron con la detención del individuo, cuya presencia emanaba un evidente olor a alcohol, revelando así su imprudencia al volante. Además, al examinar su documentación, se confirmaron otras violaciones a la ley: la licencia de conducir había sido retirada desde el año anterior y el vehículo que conducía carecía de la Inspección Técnica de Vehículos (ITV) en regla.
El fugitivo salió ileso del incidente y no causó daños a terceros, sin embargo, fue interceptado e investigado por una serie de delitos graves relacionados con su conducción temeraria, bajo los efectos del alcohol y conducción sin tener vigente su permiso correspondiente.
Conforme fuentes consultadas, el conductor superó cuatro veces la tasa máxima permitida de alcoholemia, establecida en 0,25 mg/l, según el primer test realizado por los agentes. Sin embargo, en la segunda prueba del protocolo, se negó a soplar.
Fotografías: Policía Local Onda.
