El vibrante concierto de Ana Guerra marca el cierre de nueve días de festividades.
Almassora despide hoy sus fiestas de Santa Quitèria después de nueve días de celebraciones marcadas por la alta participación y la ausencia de incidentes reseñables. El concierto de la cantante Ana Guerra y el espectáculo de DJ en el Recinto Fester pondrán el broche final a la primera edición de los festejos patronales con una corte de honor mixta, encabezada por la reina, Elena Portalés Montañana.
Hoy, la joven vestirá por última vez en esta edición su traje de campera para dirigirse a la Vila junto a las damas Joana Adsuara Reolid y Carla Escuder Ibáñez, así como los caballeros Dean Curic Vega y Adrián Campos Campillo. El casco antiguo está preparado para cerrar un cartel de toros de Santa Quitèria con ejemplares bien presentados, que han brindado diversión a los participantes sin causar incidentes graves dentro del recinto taurino.
La jornada de hoy será inaugurada por Vigilante, de Toros de El Torero, quien sustituirá al anunciado en el cartel debido a una lesión en la finca. El Trasto y Juventud Taurina buscarán revalidar los triunfos cosechados en la última edición. A continuación, saldrá a la plaza Mayor Domador, un ejemplar de Domínguez Camacho patrocinado por Els Vint, La Brusa, La Colla, Els Casats, L’Aberració, La Galbana, L’Estocà, La Tribu, Tots Tancats, La Kalaña y L’Embolic. La plaza de la Picaora acogerá el cierre de la feria con Mancito, patrocinado por la asociación que lleva el nombre de la plaza.
Aparte de los eventos taurinos, que incluirán el encierro infantil de carretones patrocinado por la Junta Local de Fiestas, se han programado actividades infantiles a cargo de La Troupe Malabó en la plaza Víctimas del Terrorismo y el espectáculo de clausura de las fiestas, Hollywood musical.
A diferencia de la programación habitual, en la que la reina y las damas se dirigen al castillo de fuegos artificiales después de este espectáculo nocturno, en esta ocasión la actividad se trasladará nuevamente a las emboladas en la Vila. Esto se debe a que, debido a las elecciones celebradas un día antes del final de las fiestas, los fuegos artificiales tuvieron lugar en la noche del lunes, día de Santa Quitèria.
