Cinco veces campeón de España y tricampeón de Europa, el piloto burrianense ahora dará un nuevo paso al crear una escuela para pilotos con discapacidades físicas.
El Ayuntamiento de Burriana ha recibido con orgullo a Antonio Montoya, un vecino destacado en el motociclismo adaptado, después de una temporada llena de logros que lo consolidan como un referente del deporte a nivel nacional e internacional.
El piloto burrianense se ha coronado por quinta vez consecutiva campeón de España en el campeonato nacional de Handy ESBK, un logro sin precedentes en el deporte adaptado español, fruto de su dedicación, esfuerzo y pasión por el motociclismo.
La última prueba de la Copa de España de motociclismo adaptado tuvo lugar en noviembre en el circuito de Navarra, donde Montoya brilló al conseguir la Pole Position en la clasificación general y en la categoría de 600 centímetros cúbicos, reafirmando su dominio absoluto en la competición.
A nivel internacional, Montoya también ha sido proclamado campeón del Campeonato Europeo Handy de Motociclismo Paralímpico en la categoría de 600cc por tercer año consecutivo. Este logro lo convierte en el único piloto handy español en participar en campeonatos europeos e italianos, donde este año alcanzó además el título de subcampeón en la prestigiosa Octo Cup de Italia.
Un nuevo impulso al motociclismo adaptado
Tras estos logros históricos, Toni Montoya y su esposa han lanzado un nuevo y ambicioso proyecto: la Handy Riders School. Esta escuela de motociclismo adaptado tiene como objetivo formar y apoyar a futuros pilotos con discapacidades físicas, promoviendo la inclusión y el desarrollo de talentos en el deporte a través de la colaboración con el circuito de Aspar.
El concejal de Deportes, Fran Capdevila, ha expresado su orgullo por los logros de Montoya, destacando la importancia de su ejemplo tanto para la ciudad como para el deporte adaptado en general. “Antonio no solo nos representa en las pistas, sino que es un símbolo de superación y un referente para las futuras generaciones”, agregó Capdevila.