Una gran muestra de amor y caridad
253.045; Esta es la cifra que resume cómo el amor se moviliza en la Diócesis de Segorbe-Castellón a través de Cáritas Diocesana: 214.162 intervenciones, 23.957 beneficiarios, 12.456 participantes, 892 voluntarios, 1.075 socios, 291 donantes, 115 trabajadores y 97 Cáritas parroquiales acompañadas. El lunes, 17 de junio, se ha presentado la memoria de la acción caritativa de la Iglesia durante un acto en el Menador, de Castellón. El domingo se concluirán los actos de la Semana de la Caridad con la solemnidad del Corpus Christi.
En la primera página de la Memoria, Cáritas se justifica con el objetivo de «movilizar el amor que existe en cada persona, movilizar la capacidad de acogida y compasión que existe en cada uno para hacernos salir al encuentro de quien necesita escucha y atención, al encuentro de las personas más pobres y vulnerables, las preferidas de Dios».
En este sentido ha habido un acto de reconocimiento a los voluntarios, los socios y las empresas que colaboran, como Grespania, representada por Claudia Hernández. Mons. Casimiro López Llorente ha agradecido a todos su participación en los proyectos de Cáritas. También ha tenido una referencia a la aportación de las administraciones, representadas en el reciente concejal electo de Castellón, José Luis López.
El Obispo ha explicado que la labor de Cáritas responde a la dimensión caritativa que es propia de la Iglesia, de cada comunidad y de cada cristiano. Por ello aseguraba que la labor que se realiza es mucho más amplia que lo expuesto por la Memoria presentada: «En pueblos pequeños quizás no alcanzan a organizar una cáritas parroquial, pero ahí hay personas que van a visitar a los enfermos, a los que están solos… y no solo por vecindad o familiaridad, sino también porque su fe los impulsa a ello».
En la Memoria se presenta la labor que Cáritas realiza en una decena de áreas que tocan la acogida y acompañamiento, la formación los recursos residenciales, el empleo, el apoyo jurídico y la infancia. Además también cuenta con el Centro de Acogida Temporal Mare de Déu del Lledó en Castellón, los economatos en la capital de la Plana y en Burriana, y una residencia de ancianos en Burriana.
El informe se concluye con los desafíos que siguen presentes en la sociedad castellonense, como el trabajo, la vivienda, el acceso a la atención sanitaria, la soledad o la integración de los inmigrantes. Entre los retos, Cáritas advierte que se está produciendo una cronificación de la pobreza que se transmite de una generación a otra, y se plantea la necesidad de una reflexión sobre un nuevo modelo de intervención que rompa este círculo vicioso. Mons López Llorente ha exhortado en este sentido a «tener las antenas muy bien sintonizadas para percibir las nuevas pobrezas que aparecen, como la soledad o las diversas adicciones. ¡Tantos ámbitos para hacer, y que las parroquias detectan en el día a día como iglesia de barrio!», declaraba.