Cáritas Diocesana de Segorbe-Castellón atendió en el año 2023 a un total de 918 personas sin hogar mediante sus diversos servicios asistenciales.
Hoy, en el contexto de la campaña ‘Nadie sin hogar’ 2024, Cáritas ha llevado a cabo un flashmob con el propósito de solicitar, una vez más, el apoyo de las instituciones y de señalar que la negación del derecho a una vivienda digna para las personas sin hogar también implica una violación de todos sus derechos fundamentales.
Además, se ha hecho un llamado a la sociedad en su conjunto para que trate a las personas sin hogar «con respeto, empatía, confianza y comprensión, desde la cercanía y la humanidad». Este flashmob tuvo lugar a las 12:00 horas en la plaza Huerto Sogueros de Castelló, que durante unos momentos se transformó en la plaza Obradoiro, ya que la campaña ‘Nadie sin hogar’ de este año se titula ‘Caminemos juntos. El camino de Santiago’.
Durante esta acción reivindicativa, cinco marchas, compuestas por hombres y mujeres sin hogar, así como miembros de la familia de Cáritas Diocesana, culminaron su peregrinaje ante la estatua del Rey Don Jaime, llevando pancartas, mochilas y botas similares a las que utiliza Santiago, un hombre de 52 años que vive en la calle, quien representa este año la campaña ‘Nadie sin Hogar’.
Estas cinco marchas denunciaron diversas problemáticas que enfrentan las personas sin hogar, como la falta de protección social, el acceso a servicios de salud, la estigmatización, la escasez de vivienda y las dificultades que enfrentan los migrantes sin techo, según un comunicado emitido por Cáritas.
Manifiesto y crisis de la vivienda
El manifiesto leído en el Día de las Personas sin Hogar, por Paco, un residente del Centro de Atención Temporal Mare de Déu del Lledó de Castellón, y Juliana, una migrante colombiana que vive en la Casa de Acogida San Pascual ‘El Pati’ de Vila-real, denuncia que «la crisis de la vivienda y la gentrificación nos obligan a vivir en la incertidumbre: alquileres insostenibles, falta de vivienda pública y de protección social, lo que provoca la expulsión de nuestros vecinos y nos acerca a la posibilidad de experimentar una situación de sinhogarismo».
Cuando nos niegan el derecho a una vivienda digna, también se vulneran todos nuestros derechos. Vulnerar uno implica vulnerar otro.
Añade el manifiesto.
Las personas sin hogar expresaron su preocupación por que «la falta de reconocimiento y protección de nuestros derechos básicos nos aísla de la sociedad y nos invisibiliza». También señalaron que esto provoca sentimientos de soledad, miedo, vergüenza y confusión, así como rechazo y tristeza en un camino lleno de obstáculos y dificultades.
Se solicitó a las instituciones apoyo para alcanzar los objetivos de las personas sin hogar. El manifiesto concluye pidiendo «respeto y garantías para poder ejercer nuestros derechos, facilitar el acceso a viviendas dignas y asequibles, regularizar la situación administrativa de las personas migrantes, así como asegurar la igualdad de oportunidades para la formación y el acceso a empleos dignos».
Fotografía portada: X @CARITASSEGOCAS