Para la portavoz del Grupo Municipal Popular, Begoña Carrasco, la medida del juzgado que paraliza el derribo de la Cruz del Ribalta, que costará 80.000 euros a los castellonenses, es “un nuevo toque de atención a “este gobierno de imposición formado por PSOE y Compromís”.
“Han querido deshacerse de una cruz, que lleva 40 años homenajeando a todas las víctimas de la violencia, tramitándolo en plenas fiestas de la Magdalena, con nocturnidad y alevosía, y de espaldas a la opinión mayoritaria de castellonenses”, señala.
La portavoz del Grupo Municipal Popular y candidata a la alcaldía del Ayuntamiento de Castellón, Begoña Carrasco, lamenta que haya tenido que ser de nuevo la Justicia la que “frene el sectarismo del gobierno municipal de Amparo Marco”. Así se ha referido Carrasco a la aceptación por parte del Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 1 de Castellón de aplicar medidas cautelarísimas contra las pretensiones de PSOE y Compromís de derribar la Cruz del Parque Ribalta, resolución que por el momento queda paralizada.
“La decisión que PSOE y Compromís tomaron de espaldas a la ciudadanía, haciendo gala de su sectarismo e imponiendo aquello que no es prioritario para el conjunto de la ciudadanía -como ya hicieron al eliminar el topónimo bilingüe y, ahora, con el derribo de la Cruz del Ribalta-, se ha topado con la decisión judicial que frena sus ansias de llegar a elecciones sin una cruz que, recordemos, fue resignificada en el año 1979, por acuerdo plenario y de manera unánime por todos los grupos, para rendir homenaje a todas las víctimas de la violencia, sin distinción”, ha manifestado la portavoz del Grupo Municipal Popular, Begoña Carrasco.
Para Carrasco, PSOE y Compromís agotan una legislatura “cargada de crispación e indignación entre la sociedad castellonense, porque la decisión de destinar 80.000 euros del presupuesto municipal al derribo de la Cruz del Ribalta no se la ha pedido nadie”.
“Han querido deshacerse de una cruz, que lleva 40 años homenajeando a todas las víctimas de la violencia, tramitándolo en plenas fiestas de la Magdalena, con nocturnidad y alevosía, y de espaldas a la opinión mayoritaria de castellonenses”, señala.
El Grupo Municipal Popular ya enmendó precisamente el presupuesto municipal para invertir estos 80.000 euros de todos los castellonenses en necesidades reales para el conjunto de la ciudadanía. Propuestas que los populares recogieron de los vecinos, a través de asociaciones y entidades locales, así como de colectivos profesionales como la Policía Local.
PSOE y Compromís engañan a los castellonenses porque “dicen que no tienen dinero para la fantástica platilla de la Policía Local, pero sí para gastarse 80.000 euros en derribar la Cruz del Ribalta; no hay dinero para limpiar más las calles, pero sí para asumir la reforma del edificio de Borrull que albergará servicios autonómicos sin que Puig y Oltra aporten un solo euro, lo vamos a pagar íntegro los castellonenses de nuestro bolsillo porque Amparo Marco no defiende los intereses de los vecinos; tampoco hay dinero para apoyar al pequeño comercio, ni para el barrio de Benadressa, ni Perpetuo Socorro, ni San Agustín ni San Marcos… pero sí para financiar campañas de Acció Cultural, donde se lanzan proclamas de apoyo a la III República y a los políticos presos”, señala la edil popular.
Carrasco concluye: “Resulta paradójico que el gobierno, que se autoproclama del cambio, no escucha a los vecinos ni gobierna para la mayoría, sino que lo hace solo para una minoría. Porque si tuvieran en cuenta la opinión mayoritaria de los castellonenses no derribarían la Cruz del Ribalta. La sociedad entiende que desde hace 40 años la Cruz del Parque Ribalta, rinde homenaje a todas las víctimas de la violencia, por eso sí cumple con al Ley de Memoria Histórica y, por lo tanto, no hay necesidad de derribarla. Lo que esconden los gobiernos autoproclamados ‘del cambio’ es una persecución hacia los símbolos que les molestan”.