La portavoz del Partido Popular en el Ayuntamiento de Castellón, Begoña Carrasco, lamenta que hoy se ponga en marcha "la gran caja registradora que supone el sistema recaudatorio de cámaras de control de acceso de vehículos al centro". “La activación de este sistema, meramente recaudatorio, con multas de 80 euros, no puede ser más inoportuna", indica.
La portavoz del Partido Popular en el Ayuntamiento de Castellón, Begoña Carrasco, lamenta que hoy el gobierno de Amparo Marco «active finalmente -y después de haber obtenido el rechazo de vecinos y comerciantes-, la gran caja registradora que supone el sistema recaudatorio de cámaras de control de acceso de vehículos al centro de la ciudad. Cabe recordar que el tiempo que estuvieron estas cámaras operativas, que fueron apenas dos meses, comportaron 16.400 multas y 3,2 millones de euros en sanciones».
“La activación de este sistema, meramente recaudatorio, con multas de 80 euros, no puede ser más inoportuna, en plena crisis económica, con la cuesta de enero iniciada y con un comercio y hostelería que lo que necesitan es afluencia de gente, no que el corazón de la ciudad se vacíe de potenciales consumidores”, explica la líder de los Populares en la ciudad de Castellón.
En este sentido, añade: “Si lo que se pretendía era controlar la afluencia de vehículos al corazón de la ciudad, los bolardos ya lo hacían, y sin multar. La única diferencia entre uno y otro sistema es el afán recaudatorio de las cámaras, que no contribuyen a revitalizar el centro cuando tanta falta hace, sino todo lo contrario. Ante multas de 80 euros, muchos acaban optando por no venir”.
Carrasco insiste en que este sistema de vigilancia mediante cámaras, “pensado para seguir saqueando el bolsillo del contribuyente, va en contra de la recuperación económica de nuestro comercio local”. Y recuerda que en el mes de abril fueron los vecinos y comerciantes los que con sus protestas pidiendo el apagado de las cámaras, consiguieron hacer recular a la alcaldesa con el apagado temporal de las cámaras.
“Hoy tristemente vemos como se ha acabado imponiendo un sistema que genera rechazo social, el mismo rechazo social que generan otros proyectos en los que sigue empeñada la alcaldesa como la reforma de 3,3 millones de euros de la Avenida de Lidón, que nadie ha pedido y que los vecinos han conseguido paralizar momentáneamente a base de recurrir a la justicia”, añade.
La portavoz Popular insiste: “Lo que ahora toca es bajar impuestos, aliviar la presión fiscal de las familias, de las pymes y de los autónomos, porque cada vez es más difícil llegar a fin de mes. Con la luz, que vuelve a ser hoy más cara, por encima de los 200 euros el megavatio hora, con el gas y el gasoil más caros que ya notan los castellonenses, lo que no ayuda es un sistema puramente recaudatorio como el que suponen las cámaras de control de acceso de vehículos al centro”.