La portavoz del Partido Popular en el Ayuntamiento de Castellón, Begoña Carrasco, se hace eco del malestar vecinal por el cambio de luminaria en la ciudad: “Los 10,5 millones de euros que supone el cambio de bombillas dejan la ciudad en penumbra, un factor que favorece la delincuencia, precisamente cuando ésta ha subido un 30% en la capital, y con atracos con arma blanca que se han hecho frecuentes, hasta cinco se han registrado en una semana”, ha lamentado Carrasco.
Frases como “Castellón es una cueva”, “la ciudad sumida en la más absoluta penumbra”, “la escasez de luz me hace sentir miedo al ir por la calle” son las que los castellonenses de todos los distritos de la ciudad hacen constar en la Oficina de Atención Ciudadana del Partido Popular, instalada en la calle Gobernador número 2. “Desde hace un tiempo hemos detectado que la falta de luz en la ciudad provoca un aumento de la inseguridad ciudadana entre los castellonenses”, según ha explicado la portavoz del Partido Popular en el Ayuntamiento de Castellón y a su vez presidenta del PP local.
En este sentido lamenta que “los 10,5 millones de euros de inversión que suponen el cambio a bombillas led está generando un problema, no menor, que merece ser tomado en consideración, porque esta falta de luz que, a juicio de muchos castellonenses, favorece la delincuencia precisamente cuando ésta ha experimentado un repunte del 30% según los últimos datos facilitados por el Ministerio del Interior y con atracos con arma blanca que son cada vez más frecuentes, hasta cinco se han registrado en una semana, con víctimas jóvenes que han acabado en el hospital”.
La portavoz Popular asegura que Castellón siempre ha sido «una ciudad tranquila y así debe ser; no queremos que sea una cueva y mucho menos una ciudad insegura, donde las ocupaciones de vivienda mantienen en vilo a los vecinos de la calle Dean Martí, como vienen denunciando los propios residentes que ni siquiera se atreven a salir a la calle para no ser increpados por quienes han tomado todo un edificio y gozan de total impunidad».
«El gobierno municipal debe adoptar medidas y que la inseguridad no sea una preocupación más entre los castellonenses que ya bastante tienen con la elevada incidencia de contagios por coronavirus, con una incidencia acumulada que roza los 400 casos por cada 100.000 habitantes, el paro estructural de 14.000 personas o el encarecimiento de la cesta de la compra, además del tarifazo de la luz, el gas, el gasoil y de otras materias primas”, añade.