El Partido Popular engañó a sabiendas en las municipales pese a conocer que en 2025 sería obligado aplicar la nueva tasa europea de basuras.
La entrada en vigor en 2025 de la nueva tasa de basuras ha dejado en evidencia las malas artes de las y los dirigentes del Partido Popular en la provincia de Castellón, cuyas mentiras, de repente, quedan al descubierto.
Como de costumbre, en la campaña de las municipales de 2023 prometieron rebajas de impuestos a sabiendas de que los ayuntamientos deberían repercutir a los contribuyentes el 100% de los costes del servicio de recogida, transporte y tratamiento de las basuras que van al contenedor de restos, aquellos que no se reciclan.
Algo que no sucederá por deseo de Pedro Sánchez, sino porque lo impone una directiva de la UE de 2018 que España está obligada a cumplir. Una nueva realidad que quedó recogida en la ‘Ley 7/2022 de residuos y suelos contaminados para una economía circular’.
Entonces, en 2022, se dio un plazo de tres años a los ayuntamientos de más de cinco mil habitantes para la implantación del nuevo gravamen. El objetivo es reducir al mínimo los efectos negativos en la salud humana y el medio ambiente de la generación y gestión de los residuos.
La alcaldesa y la presidenta de la Diputación han entrado en pánico ante la evidencia de que en la campaña mintieron a la ciudadanía al ignorar la nueva tasa de basuras y prometer rebajas impositivas.
Dada la magnitud de su mentira, queda claro que la alcaldesa de Castelló, Begoña Carrasco, la presidenta de la Diputación, Marta Barrachina, y otros muchos pueden experimentar un figurado incremento traumático de sus narices porque han engañado gravemente a la ciudadanía a sabiendas, prometiendo una rebaja impositiva imposible. Desde 2022 sabían que en 2025, sí o sí, hay que aplicar la nueva tasa de residuos.
Ahora llega el momento de la verdad, quedan con las vergüenzas al aire y se apresuran a buscar un culpable, señalando, como no podía ser de otra manera, a Pedro Sánchez. Porque han entrado en pánico, después de tantas promesas serán ellas y otros alcaldes y alcaldesas del PP quienes cobrarán el ‘TASAZO’ a la ciudadanía.
Begoña Carrasco y Marta Barrachina utilizan ilegítimamente las partidas destinadas a comunicación para acusar con mentiras a Pedro Sánchez de ser el culpable del ‘BASURAZO’ que impone Europa.
Mintieron en 2023 y vuelven hacerlo ahora porque la mentira es el hábitat en el que mejor se mueven los populares. Y lo hacen de la peor manera, sirviéndose del dinero de todos, usando ilegítimamente las partidas destinadas a comunicación. Unos fondos concebidos para que las instituciones informen sobre su gestión y los servicios que prestan a la ciudadanía y no para darse autobombo o acusar con mentiras a un tercero como el presidente del Gobierno.
Ese uso ilegítimo del dinero público es una forma de corrupción muy recurrente en Castellón en los periodos de gobierno del PP, algo muy similar a aquella campaña faraónica del ‘Agua para todos’ de los tiempos del condenado Carlos Fabra.
Aquel despilfarro de caudales públicos sirvió para engordar a muchos medios y colectivos a cambio de trasladar la idea de que Zapatero negaba los recursos hídricos a la provincia y la Comunitat Valenciana.
Una gran mentira, ya que si Castellón tiene asegurado el suministro de agua para hoy y para siempre es gracias a las dos desaladoras construidas por Zapatero en Cabanes y Moncofa.
Rafa García. Periodista
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