El joven no habría realizado un salto desde el puente, dado que la policía ha descubierto evidencias cruciales adicionales.
Desde el descubrimiento del cuerpo sin vida de Álvaro Prieto, el joven cordobés que había desaparecido el pasado jueves en la estación de Santa Justa, han surgido numerosas informaciones en relación a cómo pudo haber llegado al estrecho espacio entre dos vagones de tren.
Inicialmente, las informaciones sugerían que Álvaro había saltado desde el puente, caminado por el techo y sufrido una electrocución al tocar la catenaria, lo que le habría provocado una descarga eléctrica. Sin embargo, en un giro inesperado del caso, Código 10 ha revelado nueva información que arroja luz sobre los acontecimientos. Según explicó Nacho Abad este martes, parece que el joven no habría saltado desde el puente, ya que la policía ha encontrado pruebas adicionales cruciales que desafían esta teoría inicial.
La conclusión de la policía científica sobre el caso de Álvaro Prieto es clara y determinante,
El joven no saltó de un tren a otro, ya que esto era prácticamente imposible.
Nacho Abad, el presentador del programa ‘Código 10’, realizó una recreación visual para explicar el acceso de Álvaro al tren. Destacó que había una valla de dos metros en el puente, lo que hacía difícil la idea de simplemente saltar de un tren a otro. Además, señaló que el tren que estaba debajo del puente era el modelo 599, que es diésel, mientras que el cuerpo de Álvaro fue encontrado en el tren 449, que es eléctrico.
Esto implicaría que, si hubiera saltado desde el puente hasta el tren eléctrico, habría tenido que bajar y luego subir al siguiente.
Sin embargo, la prueba definitiva provino de la policía científica.
Se confirmó que Álvaro no saltó de un tren a otro, sino que accedió al techo del tren al subir por el espacio entre los vagones. Se revelaron huellas de manos ascendentes en la cara interna de los coches, y se determinó que estas huellas pertenecían a Álvaro Prieto.
Fue en ese momento, durante su ascenso, cuando tocó algo conectado a la corriente y sufrió la descarga eléctrica que le costó la vida. Este trágico desenlace ocurrió la misma noche de su desaparición, y la posición de su cuerpo impidió que los drones lo localizaran. Finalmente, fue la grabación del programa ‘Mañaneros’ la que llevó al descubrimiento de los restos mortales de Álvaro.
A pesar de que la autopsia ha confirmado que la muerte de Álvaro Prieto fue accidental, siguen existiendo algunas incógnitas que generan dudas sobre los detalles de su fallecimiento. Algunas de las preguntas sin respuesta incluyen:
¿Cómo logró Álvaro subirse al techo del tren? ¿Cuál habría sido su motivo para hacerlo? ¿Por qué habría rechazado la ayuda de los operarios de Renfe?
El fatídico incidente que resultó en la muerte de Álvaro Prieto, un residente de Córdoba, ocurrió poco después de las 9:30 de la mañana del jueves 12 de octubre. Álvaro perdió la vida debido a una descarga eléctrica al entrar en contacto con el pantógrafo de un tren de Media Distancia que se encontraba averiado y estacionado en las cocheras de la estación de Santa Justa en Sevilla.
La noticia de su fallecimiento se conoció once horas después de que ocurriera el trágico suceso.
Durante ese tiempo, su familia intentó desesperadamente comunicarse con él, con la esperanza de que encendiera su teléfono móvil, el cual se había quedado sin batería, o de que apareciera en casa después de haber disfrutado de una noche de fiesta en una discoteca de Sevilla.
El entorno de Álvaro Prieto ha afirmado que el joven fallecido no habría consumido alcohol en la discoteca. Según uno de los amigos que salió de fiesta con él, Álvaro habría mencionado que era futbolista y que no podía beber.
No sería sino hasta 100 horas después del accidente, cuando un cámara de Televisión Española grabó en directo el descubrimiento del cuerpo de Álvaro, el cual quedó atrapado entre dos vagones de un tren que estaba saliendo de las cocheras. Estas 100 horas fueron testigo de un misterio en torno a su desaparición, que finalmente se resolvió, aunque en el camino se presentaron callejones sin salida y muchas incógnitas que quedaron sin respuesta.
El caso de la desaparición y posterior hallazgo de Álvaro Prieto, un joven de 18 años y miembro del equipo juvenil del Córdoba Club de Fútbol, ha conmovido profundamente a la sociedad española.
La pregunta que todos se hacían era cómo un joven que había estado disfrutando de una noche de fiesta de repente desaparece de manera tan misteriosa.
Las primeras imágenes de Álvaro, junto con un número de teléfono de contacto para solicitar ayuda, comenzaron a circular entre los grupos de WhatsApp de los residentes de Córdoba poco antes de las 20:00 horas del jueves. A las 20:45, las redes sociales del Córdoba Club de Fútbol, que tienen un gran alcance en la ciudad, emitieron un llamado de auxilio. El mensaje decía,
Álvaro Prieto, jugador del #JuvenilACCF, ha desaparecido esta mañana en Sevilla. La última vez que fue visto fue a las 09:30 en la estación de Santa Justa. Vestía pantalón beige y camisa verde. Agradecemos la máxima difusión para ayudar a encontrarlo.
Estas noticias iniciales generaron una ola de solidaridad y movilización en las redes sociales y en la comunidad local, con la esperanza de encontrar a Álvaro sano y salvo. La desaparición de un joven deportista como él planteó interrogantes sobre las circunstancias de su desaparición, lo que hizo que la búsqueda y la preocupación se intensificaran aún más en los días posteriores.
Seis días después de aquel fatídico 12 de octubre, los investigadores policiales a cargo del caso Álvaro Prieto han concluido la investigación y consideran el caso cerrado. El informe preliminar de la autopsia, realizada el martes por la mañana en el Instituto de Medicina Legal de Sevilla, confirma que la causa de su muerte fue una electrocución.
La autopsia realizada al cuerpo del futbolista cordobés ha confirmado que la causa de su muerte fue una electrocución, basándose en signos visibles que ya se habían observado en el informe preliminar, como las manos quemadas y la falta de vello en algunas partes del cuerpo.
La Policía Nacional está llevando a cabo una investigación basada en las imágenes grabadas en una gasolinera, donde se puede ver a Álvaro Prieto en el techo del tren, recibiendo una descarga eléctrica de la catenaria después de tocar los cables.
Esta descarga eléctrica habría causado su caída hasta el lugar donde finalmente fue encontrado.
El lunes anterior, los agentes que examinaron su cuerpo ya habían constatado que no existían signos de violencia y que las pruebas visuales apuntaban a que había sufrido una descarga eléctrica severa: presentaba quemaduras en el abdomen y las manos, además de la pérdida de pelo.
La grabación de una cámara de seguridad de una gasolinera cercana había capturado la escena. En la grabación, se puede ver a Álvaro subido al techo del tren antes de recibir la descarga y caer. Su cuerpo permaneció encajado entre los dos vagones durante 100 horas.
Este triste desenlace puso fin a días de incertidumbre y angustia para la familia y la comunidad, que habían seguido con atención el caso de Álvaro Prieto desde su desaparición. La confirmación de las circunstancias de su muerte ha arrojado luz sobre el trágico incidente que puso fin a la vida de este joven deportista, pero aún deja preguntas sin respuesta sobre cómo y por qué se encontraba en esa situación en primer lugar.
Renfe ha emitido un informe interno para aclarar los detalles en el caso del joven cordobés. En este informe, la compañía de transporte ferroviario explica que intentaron ayudar a Álvaro Prieto a buscar su billete, pero lamentablemente, en ese momento, el tren ya había partido y él no pudo efectuar el pago de los 40 euros del billete de AVE debido a la falta de batería en su teléfono móvil.
Antes de abordar lo que sucedió en la estación de Santa Justa, es importante destacar que el Centro de Servicios de Santa Justa ha iniciado una investigación interna y ha encargado un informe para determinar cómo se manejó la situación de Álvaro. El joven llegó tarde a la estación y tenía un billete para el tren Avant que conecta Sevilla con Córdoba programado para las 7:35 de la mañana. Sin embargo, cuando intentó acceder al tren, su teléfono móvil se quedó sin batería. Su último mensaje de WhatsApp a su familia fue,
Voy para la parada.
Enviado a las 7:22, apenas 13 minutos antes de que debiera tomar el tren. No se sabe desde dónde envió este mensaje, pero después de eso, su familia no volvió a tener contacto con él.
Según el informe del Centro de Servicios de Santa Justa, Álvaro se acercó a la oficina del centro para informar que se había quedado sin batería en su teléfono móvil y que no podía acceder a su billete de tren. En ese momento, las empleadas que estaban en la oficina le solicitaron al joven de 18 años «cierta información necesaria» para localizar su billete, según el informe. Álvaro proporcionó una dirección de correo electrónico, pero el billete asociado no correspondía a ese jueves. Se le pidió una tarjeta, pero Álvaro utilizaba una tarjeta virtual en su teléfono móvil, que estaba apagado. En ese momento, se le ofreció la posibilidad de cargar su teléfono, pero según el relato de las trabajadoras, el joven les informó que creía que el teléfono no funcionaba. Se intentó encontrar una alternativa, y Álvaro proporcionó la dirección de correo electrónico de su padre, donde se encontraba el billete, pero era para un tren que ya había partido.
Según el informe, en ese momento Álvaro Prieto se dirigió a las taquillas de la estación. Las trabajadoras, junto con una tercera persona, le informaron que el próximo tren a Córdoba era un AVE y que el costo del viaje era de 40 euros. Álvaro intentó pagar utilizando su teléfono móvil, pero se dio cuenta de que no tenía batería. Se le sugirió que podía cargar su teléfono en cualquier toma de corriente de la estación, pero en lugar de hacerlo, abandonó la zona de las taquillas.
Alrededor de las 8:45 de la mañana, varios empleados de Renfe informaron que Álvaro Prieto fue interceptado cuando intentaba evadir un control de seguridad para abordar un tren AVE con destino a Barcelona que hacía parada en Córdoba. En ese momento, no tenía billete y estaba tratando de subirse sin autorización.
El personal de seguridad de la estación de Santa Justa lo expulsó de las instalaciones. Álvaro intentó regresar, pero nuevamente fue expulsado.
La última vez que se captó a Álvaro en una cámara de seguridad fue a las 9:30 en la avenida de Kansas City, en Sevilla. Aunque una testigo afirmó haberlo visto a las 10:30, la policía cree que podría haberse confundido con las horas. Para entonces,
Es posible que Álvaro ya hubiera intentado ingresar nuevamente a la estación a través de las cocheras y hubiera sufrido el trágico accidente que le costó la vida.
La familia, angustiada, viajó con urgencia a Sevilla en busca de Álvaro. Presentaron una denuncia ante la Policía Nacional y comenzaron oficialmente la búsqueda, ya entrada la noche.
La Policía calificó la desaparición de Álvaro Prieto como «inquietante»
Al día siguiente, el viernes, la Policía Nacional calificó la desaparición de Álvaro Prieto como «inquietante», un término policial que se utiliza para casos de personas desaparecidas sin un motivo aparente. Se dio la impresión de que Álvaro había desaparecido misteriosamente. Los agentes recopilaron testimonios y, sobre todo, recolectaron imágenes de las cámaras de seguridad del área. Ampliaron el área de búsqueda y trazaron el recorrido de Álvaro, desde su llegada a la estación hasta su salida, su intento de abordar el tren y su deambular por los alrededores.
La última cámara que registró a Álvaro se encontraba en Kansas City, una de las calles más largas de Sevilla, llena de tiendas y locales, y por lo tanto, llena de cámaras de seguridad.
La búsqueda de Álvaro Prieto
El sábado se llevó a cabo una primera búsqueda en la zona, una operación amplia en la zona urbana que involucró a la Policía Nacional, la Policía Local, Protección Civil, personal ferroviario, amigos de Álvaro y sus compañeros de equipo de fútbol, quienes suspendieron su partido. Esta búsqueda abarcó desde la salida principal de la estación de Sevilla hasta prácticamente el límite del municipio de Carmona, pero lamentablemente no arrojó resultados positivos. La desesperación se apoderó de la familia de Álvaro.
La Policía Nacional tardó tres días en iniciar la búsqueda con la Unidad Militar de Emergencias (UME) y sus perros adiestrados en rescates. Esta fase se puso en marcha el domingo por la noche, aprovechando la disminución del tráfico ferroviario y permitiendo trabajar con seguridad entre los rieles. Ese mismo domingo, la Policía recibió una gran cantidad de horas de grabación de cámaras de seguridad de una zona más amplia de locales comerciales.
Entre ese material se encontraba la grabación de la gasolinera que capturó el momento en que Álvaro subió al techo del tren y sufrió la descarga eléctrica.
La búsqueda del domingo se extendió hasta las 4:00 de la madrugada del lunes y se suspendió después de explorar el tramo subterráneo de la estación que conduce a San Bernardo. Se dejaron áreas más alejadas para investigar al día siguiente, incluyendo las cocheras. Dentro de ese vasto edificio ferroviario había un tren que, curiosamente, provenía de un accidente en Córdoba. El 23 de abril, un tren de Media Distancia chocó con un automóvil en un paso a nivel en Alcolea. El cuerpo de Álvaro estaba entre dos de los vagones de ese tren que estaba fuera de servicio y había estado allí desde el jueves.
Nadie se dio cuenta hasta que dos trabajadores de Renfe movieron el convoy en una maniobra interna para liberar espacio en los talleres para otro tren que iba a someterse a una revisión técnica. Fue entonces cuando el cuerpo de Álvaro fue descubierto de manera fortuita por un equipo de Televisión Española.
Fue entonces, poco antes de las 12:00 del mediodía del lunes, cuando un equipo de Televisión Española registró accidentalmente la presencia del cuerpo de Álvaro y posteriormente RTVE lamenta la emisión de imágenes del cadáver de Álvaro Prieto.
La familia se enteró de esta devastadora noticia a través de la televisión.
El caso se dio por cerrado apenas unos minutos después, cuando los primeros agentes de policía llegaron a la zona y acordonaron el lugar. Se acercaron al cuerpo y confirmaron que presentaba evidencias de haber sufrido una fuerte descarga eléctrica. Esto ocurrió antes de que se confirmara oficialmente que el cuerpo encontrado era el de Álvaro Prieto, quien había estado desaparecido durante 100 horas. Estaba tan cerca de donde lo vieron por última vez y, al mismo tiempo, tan lejos de su destino previsto, a 135 kilómetros de su hogar en Córdoba.
Fotografía portada: RR.SS.