La localidad sigue fiel a la costumbre de iniciar las celebraciones de Sant Antoni en Els Ports
Como es costumbre y tradición, Castellfort ha encendido, junto con Olocau del Rey, la emblemática llama de Sant Antoni en Els Ports. Los mayorales de la fiesta han asumido la organización y, gracias a su esfuerzo, se ha logrado un completo programa de actividades. La jornada culminante de la festividad tuvo lugar el sábado 11 de enero, comenzando temprano con el montaje de la barraca, una estructura formada por un pino central o mayo y las costillas de madera. Esta tradicional construcción cónica, característica de Els Ports, se levantó con dedicación y trabajo en equipo.
Por la tarde, los troncos fueron arrastrados por las calles del pueblo con la colaboración de las caballerías, guiadas por los arrieros. Todo el pueblo se congregó en el histórico local de la cofradía medieval para disfrutar de una cena comunitaria. Después, llegó el momento de bendecir a los animales, en un acto cargado de simbolismo. Posteriormente, la mayoralía repartió los pasteles rellenos de confitura de calabaza, un dulce tradicional que forma parte indispensable de la fiesta. Tras estos rituales, se procedió al encendido de la hoguera. Sin embargo, los bomberos tuvieron que hacer un gran esfuerzo para controlar las llamas, ya que el viento soplaba con fuerza. A pesar de las condiciones adversas, la pira ardió con vigor, generando una densa humareda que envolvía la plaza de Castellfort, donde cientos de personas se reunieron para disfrutar de la combustión de las ramas.
Preparativos del 4 de enero: Recogida de Maleza y Preparación de los Pasteles
El proceso para llegar al día grande comenzó el 4 de enero, con la jornada de preparativos. Los mayorales y un grupo de voluntarios se adentraron en la montaña para recoger la maleza y los pinos necesarios para construir la monumental barraca. Es importante destacar que, en Castellfort, se da una segunda vida al pino de Navidad, que se convierte en el mayo o pino central de la hoguera. Sobre este pino se disponen las costillas de madera, formando la estructura que será el centro de la celebración.
Además, en ese mismo día, los voluntarios se reunieron en la Cofradía para preparar los famosos pasteles de confitura de calabaza. Conocidos por su gran tamaño, estos pasteles se elaboran con una pasta densa y un relleno generoso de calabaza, alcanzando un peso de medio kilo. Después de ser horneados en el horno del pueblo, los pasteles quedaron listos para ser degustados durante la festividad de Sant Antoni.
Así, con esfuerzo colectivo y un profundo respeto por la tradición, Castellfort y Olocau del Rey celebraron una nueva edición de la fiesta de Sant Antoni, que sigue siendo un acontecimiento muy esperado y querido por los habitantes de Els Ports.
