Castelló recepciona las obras de la Avenida de Lidón entre abucheos y pitidos

Castelló recepciona las obras de la Avenida de Lidón entre abucheos y pitidos

Un pequeño grupo de vecinos y comerciantes han protestado con pancartas y silbatos.

 

El Ayuntamiento de Castellón ha concluido las mejoras en la movilidad para peatones y ciclistas en la avenida Lidón después de una inversión de 3,3 millones de euros, que fueron financiados al 50% por fondos europeos FEDER. La transformación ha permitido convertir esta avenida de 1,5 kilómetros en un vial más sostenible, saludable y accesible.

José Luis López, el concejal de Obras, recibió la obra junto con Jorge Ribes, concejal de Movilidad Sostenible, e Isabel Granero, concejala de Infraestructura Verde en la avenida de Lidón, mientras un pequeño grupo de residentes y comerciantes protestaba. Los manifestantes hicieron sonar sus silbatos y exhibieron pancartas que decían «Amparo, estás destrozando Castellón» y ‘Sra. alcaldesa, vd no quita CO2, lo triplica’.

La alcaldesa de Castellón, Amparo Marco, destacó que «a partir de este viernes, la ciudadanía puede disfrutar plenamente de este eje renovado, que hemos impulsado desde el gobierno municipal para crear un espacio emblemático para reunirse, pasar tiempo libre y estimular el comercio». Marco, además señaló,

Este proyecto ha convertido a la ciudad en un referente de la vanguardia en urbanismo de calidad, basado en criterios sostenibles.

Asimismo ha subrayado, el «gran acierto» en la eliminación del vallado del parque Rafalafena, lo que ha creado un gran espacio verde abierto, más integrado y sin barreras.

El concejal de Movilidad Sostenible, Jorge Ribes, afirma que la renovación de la avenida Lidón se ha convertido en la representación del cambio hacia un modelo de ciudad más amigable para los peatones y ciclistas. Ribes asevera que esta transformación marca el fin de una lucha entre el modelo antiguo y el modelo actual de la ciudad. Además, Ribes valora la importancia de priorizar a las personas y el uso de medios de transporte sostenibles, como la bicicleta.

Por su parte, el concejal de Obras, José Luis López, describe que la conclusión de las obras de la avenida Lidón marca el final del proyecto más impactante de la ciudad en décadas. López destaca que la avenida ahora es un espacio más humano y accesible que fomenta una vida saludable y una actividad económica sostenible. Además, López señala que están dando grandes pasos hacia la transformación de Castelló en una ciudad más cómoda, accesible y segura para los transportes sostenibles.

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El proyecto de mejora de la movilidad peatonal y ciclista de la avenida Lidón ha aumentado el espacio para los peatones en un 35%, ha aumentado los itinerarios seguros en un 53% y ha ampliado la red ciclista en 1.4 km. Igualmente, se estima que el proyecto reducirá las emisiones de CO2 en un 40% en todo el vial y en más del 80% en el tramo más concurrido antes de las obras.

Además de mejorar la movilidad peatonal y ciclista, también se ha implementado un sistema de drenaje ecológico y se ha aumentado el número de árboles y la biodiversidad, así como se ha ampliado la superficie verde en más de 4.500 metros cuadrados mediante la plantación de arbustos. La reforma ha creado nuevas áreas de descanso y juegos infantiles, como las ubicadas cerca de Tombatossals y el Colegio Consolación.

La reforma de la avenida Lidón ha sido diseñada con criterios sociales, ambientales y de accesibilidad universal, y se ha abordado con una perspectiva de género. Además, se ha llevado a cabo un proceso participativo que incluyó a más de 20 grupos sociales, incluyendo asociaciones vecinales, comerciantes, colegios, sindicatos, empresas, grupos ecologistas, el Consejo Social y la Universitat Jaume I, entre otros, para definir de manera colaborativa la remodelación.

El rediseño de la avenida incluye un carril para bicicletas y recorridos para peatones que conectan el centro con la basílica de Lledó. Esto aumentó el espacio para peatones en más del 35% y los itinerarios seguros pasaron de 910 a más de 1.400 metros.

Las obras, que comenzaron en febrero del año pasado, se dividieron en tres etapas y cuestan 3,3 millones de euros cofinanciados por los fondos europeos FEDER. La primera fase se llevó a cabo en la zona más cercana a la basílica, la segunda en el tramo central entre la rotonda de la ronda de circunvalación norte y la de Tombatossals, y la última en la parte más cercana al centro urbano, desde la rotonda de Tombatossals hasta la plaza María Agustina.