La Junta de Gobierno dará luz verde este jueves a la actuación, que se presentará en los próximos días a la ciudadanía en una jornada informativa. Los 3,3 millones de presupuesto están cofinanciados por FEDER y el Ayuntamiento.
El Ayuntamiento de Castelló aprobará este jueves en Junta de Gobierno el proyecto de mejora de la movilidad peatonal y ciclista de la avenida Lidón, que prevé la transformación de esta arteria urbana en un gran ramal peatonal de 1,5 kilómetros que transcurre desde la plaza María Agustina hasta el parque Rafalafena. Impulsado por el Ayuntamiento de Castelló con la cofinanciación de la Unión Europea a través de los fondos FEDER, la ciudad sumará con este renovado vial un itinerario accesible y seguro en el que convivan armónicamente peatones, bicicletas y vehículos a motor. Con una inversión de 3,3 millones de euros, el proyecto lo asumirá la UTE Becsa-Telecso y tendrá un plazo de ejecución de 11 meses.
En los próximos días se organizará una jornada informativa para acercar todos los detalles de las obras así como el impacto ambiental, social y económico del proyecto a la ciudadanía y a la veintena de entidades que han ayudado a tejerlo a través de un amplio proceso participativo.
En esta jornada informativa, desde el Ayuntamiento y por parte de responsables de la adjudicataria se trasladará a residentes, comerciantes y ciudadanía en general la información relativa a la mejora de la avenida Lidón. “Una intervención que convertirá a Castelló en referente de vanguardia del urbanismo de calidad basado en criterios de sostenibilidad y alineado con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)”, según ha explicado la alcaldesa, Amparo Marco.
También se detallarán las fases de ejecución de los trabajos, que prevén comenzar a lo largo del mes de enero y se estructurarán en los tres tramos en los que se divide el vial.
Asimismo, se ha enviado información a los vecinos con las características básicas de la mejora de la avenida Lidón, para que sean conocedores de primera mano de la misma.
La actuación reformulará la estructura actual de la avenida, que en este momento prioriza el paso del tráfico rodado en detrimento de las personas que optan por desplazarse a pie y que se encuentran durante los 1,5 kilómetros de longitud con la existencia de un gran número de intersecciones, generando un paseo discontinuo en todo su trayecto.
El impacto de este proyecto sobre la movilidad peatonal y ciclista es uno de los ejes que lo vertebran, empezando por la implementación de un carril bici a lo largo de toda la avenida, que conecta el centro con la basílica de Lledó. Castelló avanzará así en su compromiso de favorecer la transición a una economía baja en carbono, al reducir notablemente el paso de tráfico rodado y potenciar la movilidad sostenible.