
La Basílica del Lledó acogió la misa de la Virgen de la Naranja, organizada por Asociex para destacar el valor del sector citrícola en Castellón.
La ciudad de Castellón ha conmemorado, como cada segundo lunes de mayo, la festividad de la Virgen de la Naranja, una tradición profundamente arraigada que destaca el legado agrícola de la región, especialmente el cultivo de naranjos, pilar de su identidad cultural y económica. La celebración, que tuvo lugar en la Basílica de Santa María del Lledó, reunió a autoridades, representantes del sector agrícola y ciudadanos en un acto que ensalzó la relevancia del sector citrícola local.
El concejal de Agricultura del Ayuntamiento de Castellón, Vicent Sales, participó en la misa organizada por la Asociación Profesional de Exportadores de Fruta de la Provincia de Castellón (Asociex). Durante su intervención, Sales subrayó el papel central de la citricultura en la historia y el presente de la ciudad,
Castellón es una ciudad de alto arraigo agrícola, donde el cultivo de naranjos ha sido y sigue siendo seña de nuestra identidad. Hoy, en esta festividad, ensalzamos la herencia de esta actividad que debemos seguir potenciando y apoyando para garantizar su continuidad.
El evento contó con la presencia de figuras destacadas como el presidente de Asociex, Jorge García; el alcalde de Burriana, Jorge Monferrer; y el secretario autonómico de Agricultura, Agua, Ganadería y Pesca, Vicente Tejedo, entre otras autoridades. La misa, celebrada en la emblemática Basílica del Lledó, sirvió como un espacio de reflexión sobre la importancia de preservar las tradiciones agrícolas y el impacto del sector citrícola en la economía local.
Sales destacó que esta efeméride “ratifica el alma labradora de nuestra ciudad, ensalza nuestros orígenes y nuestra identidad, poniendo el foco en algo tan relevante para la sociedad castellonense como es su tradición en el cultivo de la naranja”. Además, hizo hincapié en el valor medioambiental y económico de los naranjos, que rodean la ciudad y constituyen una fuente de sustento para numerosas familias.
No debemos olvidar que nuestra ciudad está rodeada de naranjos, son parte relevante de nuestro patrimonio medioambiental y siguen siendo sustento y fuente de ingresos de numerosas familias.
Afirmó.
El concejal también aprovechó la ocasión para reafirmar el compromiso del gobierno local con el sector agrícola: “Desde las instituciones, debemos seguir apoyando a un sector que consideramos fundamental. Hoy, una vez más, dejamos patente el compromiso de este gobierno impulsando nuestro producto local, trabajando de la mano de nuestros agricultores”.
Este mensaje resuena en un contexto en el que el sector citrícola enfrenta desafíos como la competencia internacional, los efectos del cambio climático y la necesidad de innovación para mantener su competitividad.
Un aspecto singular resaltado por Sales fue la conexión histórica entre la citricultura y la devoción a la Virgen del Lledó. Recordó que, según la tradición, la imagen de la Mare de Déu del Lledó fue hallada por un labrador en un campo de naranjos, un hecho que refuerza el vínculo entre la identidad religiosa y agrícola de Castellón.
Nuestras señas de identidad están estrechamente ligadas al cultivo de naranjas.
Concluyó el edil.
Contexto del sector citrícola en Castellón
El sector citrícola es un motor económico clave en la provincia de Castellón, que forma parte de la Comunidad Valenciana, la región líder en producción y exportación de cítricos en España. Según datos del Instituto Valenciano de Estadística (IVE), la provincia de Castellón dedica más de 40,000 hectáreas al cultivo de cítricos, con una producción anual que supera las 800,000 toneladas en años favorables. Este sector no solo genera empleo directo e indirecto, sino que también posiciona a Castellón como un referente en los mercados internacionales, especialmente en la Unión Europea.
La festividad de la Virgen de la Naranja, además de su dimensión religiosa y cultural, sirve como un recordatorio de la necesidad de proteger y modernizar este sector. En los últimos años, los citricultores han enfrentado retos como los bajos precios en origen, los tratados comerciales con países terceros y la presión de plagas como la Xylella fastidiosa. En este sentido, iniciativas como las promovidas por Asociex y el apoyo institucional son cruciales para garantizar la sostenibilidad de la citricultura.
La asociación trabaja en la promoción de los cítricos castellonenses en mercados globales, abogando por políticas que refuercen la competitividad del sector.
La celebración de la Virgen de la Naranja no solo honra una tradición centenaria, sino que también reafirma el compromiso de Castellón con su patrimonio agrícola. En un mundo cada vez más globalizado, actos como este subrayan la importancia de proteger las raíces culturales y económicas que definen a la ciudad.