Compromís denuncia el impacto de la especulación inmobiliaria sobre las familias trabajadoras en Castelló.
Compromís ha expresado su profunda preocupación ante un reciente estudio que sitúa a Castelló entre las ciudades más rentables para poner viviendas en alquiler. Según el portavoz de la formación en el Ayuntamiento de Castelló, Ignasi Garcia, este informe confirma que la ciudad se ha convertido en un punto de interés para la especulación inmobiliaria, lo que está teniendo graves consecuencias para las familias trabajadoras.
«Llevamos dos años en los que Castelló está siendo objetivo de los especuladores que quieren hacer negocio con el precio del alquiler y de la vivienda. Estamos viendo cómo cada vez es más difícil para las familias, para las personas, acceder a un alquiler o comprarse una vivienda», declaró Garcia.
Compromís alertó que esta situación ha empeorado la crisis de acceso a la vivienda en Castelló, donde los precios de los alquileres han subido considerablemente en los últimos años. Esta subida ha impactado especialmente a las familias con rentas bajas y medias.
Ante esto, el Partido Popular de Castelló ha decidido cruzarse de brazos y facilitar un negocio que se hace a costa de empobrecer a las familias trabajadoras.
Criticó Garcia.
La coalición valencianista subraya que esta rentabilidad para los inversores se consigue a costa de la calidad de vida de los residentes, que se ven expulsados del mercado de alquiler o se ven obligados a destinar una mayor parte de sus ingresos a cubrir esta necesidad básica.
Por este motivo, Compromís ha instado al gobierno municipal a tomar medidas inmediatas para frenar la especulación inmobiliaria y proteger el acceso a la vivienda. Entre las propuestas de la formación se incluyen la creación de un parque público de alquiler accesible, el fomento de políticas para la rehabilitación de viviendas vacías y la aplicación de tasas a los grandes propietarios que retienen viviendas sin ponerlas en uso.
Es responsabilidad de las administraciones garantizar que la vivienda no sea un lujo, sino un derecho. Castelló no puede seguir siendo un terreno abonado para los especuladores mientras las familias trabajadoras sufren.
Concluyó Garcia.
Fotografía portada: Archivo.
