Los funcionarios que resolverán las convocatorias de personal de Morella tendrán que optar entre desairar al alcalde o al sentido común.
Dice el refranero español que “no hay mayor ciego que el que no quiere ver”, un proverbio que le viene como anillo al dedo al alcalde de Morella, Bernabé Sangüesa, quien, desoyendo a todo el mundo, sigue adelante con su intención de aspirar a los siete puestos de empleo públicos convocados por el ayuntamiento que preside. Don Erre que erre se aferra a la supuesta legalidad de una decisión que para el común de la ciudadanía no resulta ni ética, ni estética. Y que, además, pone entre la espada y la pared a los funcionarios municipales encargados de resolver el proceso de selección, que tendrán que decantarse entre desairar a su jefe máximo o al sentido común.
Parece mentira que este joven edil, que se convirtió con tan solo 26 años en la primera autoridad de la localidad de Morella, de la que dice estar tan enamorado, se empeñe en imitar a aquel paisano que caminaba por la vía y viendo que venía el tren espetaba: “chifla, chifla, que como no te apartes tú…” A buen seguro que esta manera de proceder no le gustará ni a Casimiro, su gato, cuyas andanzas suele referir en redes sociales.
Tampoco tiene mucho sentido que reivindique “el legado de Labordeta (Mediterráneo, 23 de agosto de 2023)” y aproveche que el Bergantes pasa por Morella para procurarse un puesto de trabajo en el ayuntamiento del que es alcalde. Esto le pilla en vida a don José Antonio y corre a gorrazos al advenedizo alcalde por atreverse a pronunciar su nombre en vano.
El munícipe, que llegó al cargo prometiendo transparencia total, solo ha hablado de sus intenciones una vez que los medios se han hecho eco de las mismas, algo que resulta especialmente llamativo cuando el protagonista de la ocultación es periodista de profesión.
No se llama Juan Palomo, sino Bernabé Sangüesa, pero como aquél, parece declarado partidario del “yo me lo guiso, y yo me lo como”. Y por si la polémica no tenía fuerza suficiente, también se ha sabido que entre las personas que optan a los empleos del ayuntamiento figuran la pareja sentimental del alcalde y dos integrantes de la candidatura Independents per Morella, que encabeza el propio primer edil.
Un alcalde que da muestras de estar fuera de la realidad y que, por el momento, no parece dispuesto a renunciar a los puestos ofertados por el Ayuntamiento de Morella. Al respecto, en el último pleno dijo: “un servidor no quiere ser alcalde toda la vida y tienes que pensar en tu futuro laboral”. Creo que podría haber añadido: “comprendedme, soy periodista, la profesión está fatal y no quiero morirme de hambre”.
Lo dicho: “chifla, chifla, que como no te apartes tú…”
Rafa García. Periodista
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