Se trata de aves acuáticas que hasta hace relativamente pocos años eran raras y escasas en las zonas húmedas valencianas
La guardería rural del Consorcio gestor del Paisaje Protegido de la Desembocadura del río Mijares formado por los ayuntamientos de Burriana, Almassora, Vila-real, la Diputación de Castellón y la Generalitat Valenciana ha informado de la visita de 5 moritos comunes (Plegadis falcinellus). Las aves han sido observadas en dos zonas muy concretas del tramo bajo del río pero que comparten una característica común como es la presencia de agua: en la confluencia entre el Mijares y la rambla de la Viuda, entre los términos de Almassora y Vila -real, y en la zona de Carnissers, entre los términos de Burriana y Almassora. «Hasta ahora el Consorcio del Paisaje Protegido de la Desembocadura del río Mijares no disponía de ninguna cita de esta especie. Estas semanas estamos viendo bastante cantidad de moritos comunes principalmente de paso. Pero recientemente hemos podido constatar la presencia de 4 individuos que estaban parados alimentándose en los prados verdes en la zona de Carnissers, que en ese momento llevaba agua. También vimos un individuo volando bajo en la confluencia del Mijares con la rambla de la Viuda, un enclave que siempre presenta una lámina de agua», indicó el guarda rural del Consorcio río Mijares, Gonzalo Juan.
Moritos comunes entre arrozales y melonares
Hasta hace pocos años los moritos comunes eran aves muy raras y escasas en los humedales valencianos. La única colonia reproductora se estableció hace unos años en las marismas del río Guadalquivir con un millar de individuos según datos de la Sociedad Española de Ornitología, SEO-Birdlife. Desde este enclave han ido lentamente colonizando otros humedales del nordeste de la Península Ibérica. Se trata de un ave inconfundible por su tamaño, el pico curvo, las patas largas y las tonalidades marrón oscuro de las plumas que parecen oxidadas. El morito común es el único ibis que habita de forma natural en Europa. Desde hace unos 5 años es fácil encontrarlos no demasiado lejos del Paisaje Protegido de la Desembocadura del río Mijares, concretamente en los estanques de Almenara y los arrozales y melonars de la Llosa cuando se inundan en invierno.
Un agua que nunca se pierde en el Mediterráneo
El tramo bajo del Mijares a su paso por los términos municipales de Almassora, Burriana y Vila-real vuelve a ser un río auténtico cuando presenta de nuevo un caudal constante de agua desde el embalse del Sitjar, en Onda, hasta la Mediterráneo. El hecho de que de nuevo el río llevara agua, gracias a suelta desde el pantano de Santa Quiteria y el azud Comunitario de Almassora ha contribuido a la presencia de estas preciosas aves zancudas que pocas veces antes se habían dejado caer por el Paisaje protegido de la Desembocadura del río Mijares.