La transformación de la actual avenida de Lidón en un itinerario con mayor movilidad peatonal y ciclista tiene una de inversión de 3,3 millones de euros cofinanciada al 50% por los fondos europeos FEDER y el Ayuntamiento. El proyecto implica el desarrollo de un carril bici de 1,5 kilómetros entre la plaza María Agustina y la basílica de Lledó. Según fuentes municipales, las obras contemplan una previsión inicial de la circulación del tráfico que puede verse modificada en el periodo de ejecución según necesidades detectadas y en base a criterios técnicos.
Técnicos municipales y de la empresa adjudicataria han visitado la zona hoy y han firmado el acta de replanteo con la que se da comienzo formalmente al inicio de las obras.
La planificación de las obras se ha dividido en tres tramos. Los trabajos arrancan en el trazado más alejado del centro urbano, el comprendido entre la rotonda de la ronda Norte y la basílica, “por tratarse del que menos residentes concentra y menos molestias generará en esta época del año”, han avanzado desde la adjudicataria, la UTE Becsa-Telecso, encargada de materializar este proyecto.
En los próximos días está prevista la realización de los trabajos previos de implantación de instalaciones, catas, replanteos y señalización. Actuaciones que tendrán “poca afección sobre el tráfico rodado”, apuntan desde la UTE. Posteriormente se procederá a la demolición de pavimentos.
La previsión es que después los trabajos se trasladen al segundo de los tramos, el comprendido entre la rotonda de la ronda Norte y la de Tombatossals. En este tramo se actuará sobre dos zonas singulares, como son el parque de Rafalafena, cuyo vallado se retirará para integrar la zona verde en el nuevo itinerario sostenible, y el parque del Auditori.
Por otra parte, aprovechando el periodo estival para minimizar la afección a vecinos, escolares y comercios, los trabajos se centrarán en el tramo entre Tombatossals y la plaza María Agustina. Se trata del trazado más urbanizado actualmente y que concentra las zonas de párking de la avenida Lidón y Madre María Rosa Molas. Junto al colegio Consolación y la rotonda Tombatossals se creará un espacio de encuentro con juegos infantiles y zona de descanso que incrementará al mismo tiempo la seguridad durante las entradas y salidas de escolares al centro.
Este tramo mantendrá el carril de tráfico rodado durante casi toda su extensión, aunque en formato de supermanzana, desviando la circulación para consolidar un perfil pacificado para la calle. Así, se prevé que la entrada se hará desde María Agustina y saldrá por la calle Alegre Renau. Habrá una segunda entrada por Miguel Servet hasta Doctor Ferran, donde se ubica otro desvío; y un último acceso a la avenida desde Puig Roda hasta Tombatossals.