Componentes y baterías de nueva generación para la industria valenciana

Componentes y baterías de nueva generación para la industria valenciana

Para los automóviles del futuro son ciertos retos a los que se encara el campo de la automoción valenciana, una industria que vive un instante de ocasiones con la llegada de Volskwagen y la permanencia de Ford.

 

Extender la vida útil de las baterías de los vehículos eléctricos, prosperar su seguridad y fabricar de forma inteligente en la Comunitat Valenciana componentes «de nueva generación» para los automóviles del futuro son ciertos retos a los que se encara el campo de la automoción valenciana, una industria que vive un instante de ocasiones con la llegada de Volskwagen y la permanencia de Ford, mas debe amoldarse a las nuevas formas de movilidad.

Estas son exactamente  algunas de las diferentes líneas de trabajo del Instituto Tecnológico de la Energía (ITE). Su estudioso en el área de Alta Tensión y Materiales, Juan Gilabert, explica que el ITE desarrolla una serie de proyectos que cubren toda la cadena de valor de las baterías para después trasferir sus conocimientos a la creciente industria valenciana que se está «reinventando» cara la movilidad eléctrica, «uno de los propósitos marcados para lograr la transición ecológica«, ha incidido.

La Comunitat Valenciana enfrenta una enorme ocasión con la movilidad eléctrica y ampliar el ámbito de la industria especializada se va a traducir en la creación de empleo de alta cualificación asimismo en los componentes e industrias auxiliares, y con esto se producirá valor añadido y en consecuencia el refuerzo del campo energético con visibilidad internacionalmente.

Ha señalado. En este contexto, el ITE «apoya y trasfiriendo el conocimiento y experiencia al ámbito».

Así, para evolucionar cara la electrificación «hay que poner el foco en los desafíos que esta transición acarrea» y «uno de estos desafíos es la necesidad de optimización de las etapas del proceso de fabricación del vehículo eléctrico».

PROMET: ALARGAR LA VIDA DE LAS BATERÍAS

En este marco, una de las «primordiales» etapas de este proceso, por su costo e «impacto en la calidad del producto final», son las baterías, ha detallado el especialista, tanto las propias celdas (que es donde se guarda la energía) como los elementos auxiliares. «Las mejoras que se aplican en todos y cada uno de los componentes afectan de forma indirecta a la revolución de toda la industria», ha señalado Gilabert.

En este sentido, el ITE ha llevado a cabo el proyecto Promet, cofinanciado por IVACE y el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder) y finalizado este verano, con la meta de «estudiar los procesos de degradación de las baterías de ion litio de los automóviles eléctricos para determinar los factores internos y externos que influyen en su degradación y durabilidad para proponer opciones que extiendan su vida útil y reduzcan el peligro de fallo».

Existen un sinnúmero de reacciones físico-químicas que pueden dar sitio a la degradación de las celdas ion litio, como procesos de envejecimiento en el ánodo y en el cátodo y entre las causas más frecuentes de su deterioro está el someterlas a bajas o elevadas temperaturas, la velocidad de descarga, la descarga forzada o la sobrecarga, mas asimismo el uso normal o el propio almacenaje.

Incide el investigador en el área de Alta Tensión y Materiales del Instituto Tecnológico de la Energía (ITE), Juan Gilabert.

Los estudiosos del ITE han logrado «relaciones causa-efecto que existen entre los criterios de diseño de las baterías y las variables del proceso de fabricación con los factores de calidad más relevantes». «En este proyecto diseñamos e incorporamos modelos computacionales que con su uso nos han tolerado conocer de qué forma prolongar la vida útil de una batería ion-litio«, ha puesto en valor Gilabert.

Para esto, se emplean modelos digitales de comportamiento y simulación del proceso productivo de fabricación de baterías de ion litio que se pueden aplicar al ámbito y dejan «conseguir una información completa sobre el estado de una batería y su evolución«, desde la fabricación hasta uso. Los modelos disminuyen la necesidad de ensayos y aceleran el desarrollo de nuevas baterías y componentes, ha señalado el estudioso.

COMPAUTO: UNA FÁBRICA INTELIGENTE DE CELDAS MÁS SEGURAS

En exactamente la misma línea de desarrollar las baterías de nueva generación, el ITE tiene en marcha el proyecto Compauto, financiado por la Agencia Valenciana de la Innovación (AVI), en el que el centro tecnológico está diseñando un término de planta de producción flexible de celdas de Litio que pueda amoldarse en todo instante a las nuevas tendencias y a las necesidades del mercado, como el desarrollo de componentes para celdas a nivel de laboratorio.

Para esta planta, el ITE conseguirá un electrolito polimérico tipo gel de elevada capacidad. La estudiosa en el área Química Aplicada y Nuevos Materiales, Cristina Herrera ha concretado,

Los electrolitos líquidos empleados en nuestros días tienen asociados inconvenientes de seguridad, singularmente en aquellos casos en los que las baterías están expuestas a condiciones de abuso mecánico, térmico o eléctrico. En verdad, en casos extremos podrían generarse fugas del mismo, como provocar incendios o explosiones.

Ha aseverado.

Por esta razón, las investigaciones se han centrado en reemplazar estos electrolitos líquidos por electrolitos poliméricos tipo gel formados por un soporte polimérico poroso con el electrolito líquido embebido en su interior, que contribuyen a la mejora de la seguridad. Esta clase de avances para optimar materiales y componentes de las baterías «son imprescindibles para la reducción de los costos y para la mejora de la eficacia y de la densidad de exactamente las mismas», ha señalado Herrera.

Actualmente Compauto se halla en su segunda anualidad de un total de 3 y se trabaja ya en la optimización de los componentes (electrodos y electrolito). Se está avanzando asimismo en el diseño de la planta de producción aparte de en el ecodiseño orientado a la fabricación sustentable de los nuevos desarrollos, ha detallado.

Sobre esta planta, Herrero ha indicado,

Se trata de un nuevo modelo de producción que dejará amoldarse de forma más veloz y eficaz a las nuevas tendencias y requisitos en el campo de las baterías.

Conforme ha aclarado. Por esta razón, en Compauto se trabaja en el diseño de una planta de estas peculiaridades.

Cristina Herrero ha expuesto que Compauto une «industria y tecnología», dos «elementos imprescindibles para dotar a la Comunitat de capacidades para asegurar el suministro progresivo y fiable de componentes que dejará el desarrollo del campo de la automoción«. Cabe rememorar que en estos instantes la factoría de Ford en Almussafes (Valencia) tiene en marcha un ERTE por la inestabilidad de suministro de componentes.

Se contribuirá así a la modernización de la industria y se impulsará, en consecuencia, la industria de la automoción que precisa de baterías seguras y eficaces, una cuestión podría suponer desarrollo económico y la creación de abundantes puestos. Además de esto, la reducción de tiempos asociados a este transporte de componentes dejaría la reducción de tiempos de producción y, en consecuencia, de los costos asociados a exactamente los mismos, como de las emisiones de gases de efecto invernadero.

Ha concluido la investigadora, Cristina Herrero.