"El acusado la cogió bruscamente, la echó al suelo y, evitando que pudiera moverse, la penetró vaginalmente, a pesar de que decía que no, que quería irse".
La Audiencia de Barcelona ha sentenciado al exfutbolista Dani Alves a cuatro años y seis meses de prisión por agresión sexual a una joven en la discoteca Sutton de Barcelona. El tribunal convocó a Alves este jueves para comunicarle la sentencia derivada del juicio que se llevó a cabo hace dos semanas, donde enfrentaba acusaciones de violación en el baño de una discoteca, delito que conlleva una pena máxima de hasta 12 años de prisión.
Fuentes jurídicas informaron que Alves fue trasladado desde la cárcel Brians, donde ingresó tras su detención en enero del año pasado, hasta la Audiencia de Barcelona. En esta comparecencia, estuvieron presentes la Fiscalía, la acusación particular y la defensa, representados por sus procuradores.
El tribunal comunicó al exinternacional brasileño la condena impuesta y abordó otra resolución pendiente, relacionada con la solicitud de libertad provisional presentada por la defensa al término del juicio oral.
El exjugador del Barcelona, Dani Alves, fue sometido a juicio entre los días 5 y 7 de febrero, acusado de violar a una joven en el baño de un reservado en la discoteca Sutton de Barcelona la noche del 30 de diciembre de 2022. Desde el 20 de enero de 2023, Alves se encuentra en prisión preventiva, fecha en la que fue detenido en el despacho de su abogada en Barcelona. A lo largo de este período, la justicia le ha denegado en tres ocasiones su solicitud de libertad provisional a la espera de juicio.
La Fiscalía solicitaba una pena de nueve años de cárcel por el delito de agresión sexual, mientras que la acusación particular, representada por la letrada Ester García, pedía una condena de 12 años de prisión y la misma indemnización que el Ministerio Público, fijada en 150.000 euros.
La defensa de Alves, quien niega la acusación de violación, pidió al tribunal que lo absolviera o, como alternativa, que lo condenara a un año de cárcel por agresión sexual.
A lo largo de la instrucción del caso, el futbolista ha presentado hasta cuatro versiones distintas de los hechos ante la justicia. Durante el juicio, insistió en que mantuvo relaciones sexuales con la víctima de manera consensuada y que en ningún momento la persona implicada le indicó que detuviera sus acciones.
La denunciante reafirmó su testimonio, asegurando que Dani Alves la agredió sexualmente en los baños de la discoteca Sutton durante la noche de diciembre de 2022. Por su parte, las amigas de la joven coincidieron al describir la actitud «babosa» de Alves, llegando incluso a afirmar que el futbolista las tocó de manera inapropiada en la discoteca.
A pesar de la solicitud de libertad provisional por parte de la defensa, el tribunal nuevamente la denegó, argumentando el elevado riesgo de fuga del futbolista.
La ausencia de un acuerdo de extradición con Brasil, la considerable capacidad económica de Alves y su escaso arraigo en España han sido consistentemente citados por los magistrados como fundamentos para mantener al brasileño bajo custodia.
Además, el tribunal ha impuesto a Dani Alves una pena de inhabilitación especial para el ejercicio de empleo, cargo público, profesión u oficio relacionados con menores de edad, por un período de 5 años, que se aplicará una vez cumplida la condena de prisión. Asimismo, se le ha ordenado pagar una indemnización de 150.000 euros por los daños morales y las lesiones causadas.
El tribunal también ha establecido una pena de 2 meses de multa, con una cuota diaria de 150 euros, con responsabilidad personal subsidiaria en caso de impago según lo dispuesto en el artículo 53 del Código Penal, por el delito leve de lesiones. Además, Alves deberá hacer frente a las costas procesales.
La sentencia sostiene que está probado,
El acusado cogió bruscamente a la denunciante, la echó al suelo y, evitando que pudiera moverse, la penetró vaginalmente, a pesar de que la denunciante decía que no, que quería irse.
De esta manera, se establece que se cumple el tipo de ausencia de consentimiento, con el uso de la violencia y acceso carnal.
Durante el proceso judicial, Joana Sanz, la esposa de Dani Alves, ofreció su versión de los acontecimientos de aquella noche y reconoció que el futbolista salió «con unos amigos». La modelo respondió a las preguntas de la fiscal, señalando que apenas habló con él en esa ocasión, pero sí notó que al llegar a casa estaba «muy borracho» y «con olor a alcohol».
Según el testimonio de Joana Sanz, cuando Dani Alves entró en la habitación, chocó contra el armario y una mesita a la derecha, desplomándose en la cama. La esposa también enfatizó que no se enfadó cuando el futbolista le dijo que era una «noche de chicos», calificándolo como mentira. Cabe destacar que Dani Alves tiene dos hijos de su relación anterior con Dinorah Santana.
Fotografía portada: RR.SS. Fútbol Club Barcelona.