En la imagen, Vicente Paradis; el acusado de 62 años de edad en la celebración del juicio en Castellón. El adolescente llegó a pedirle reiteradamente disculpas, le comunicó que era menor de edad y le advirtió de que si continuaba así se iba a suicidar.
La Audiencia Provincial de Castellón ha condenado a diez años de prisión por un delito de homicidio al hombre al que un jurado popular declaró culpable el pasado mes de julio de provocar el suicidio de un menor de edad, según ha informado el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana.
La sentencia, en aplicación del veredicto del jurado, establece como hechos probados que el acusado contactó el 1 de diciembre de 2016 a través de la aplicación WhatsApp con la víctima, entonces de 17 años, y le envió más de 119 mensajes con contenido intimidatorio y amenazante en menos de tres horas. Los hechos se remontan a dos mil dieciséis. El joven entró en una página de contactos y empezó a comunicarse con el acusado, prácticamente cuarenta años mayor que él. Entonces debió arrepentirse y comenzó el hostigamiento, que duró 7 horas.
La sentencia recoge,
Esta situación permanente de hostigamiento y chantaje emocional sufrida por el menor provocó que éste se quitara la vida en su domicilio de Vila-real (Castellón).
El adolescente llegó a pedir reiteradamente disculpas a su interlocutor, le comunicó que era menor de edad y le advirtió de que si continuaba así se iba a suicidar. Sin embargo, el acusado -precisa la resolución judicial-, siendo «plenamente sabedor de la angustia y del desasosiego» que estaba generando al chico y de la «alta probabilidad de que se produjera la muerte del menor suicidándose como le había anunciado, y aceptándolo», continuó con el envío de mensajes.
“Incluso tras haberse suicidado el menor, el acusado le prosiguió mandando mensajes afines a los precedentes e inclusive fotografías simulando haberle denunciado en la Ciudad de la Justicia de Valencia”, apunta el fallo. Hasta 8 meses tras el suicidio, cuando se generó el volcado del contenido del móvil, no se descubrió el asedio al que había sido sometido el joven.
Finalmente, la tarde de ese mismo 1 de diciembre, la víctima se quitó la vida; en el interior de su vivienda.
La sentencia, que puede ser recurrida ahora en apelación ante la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana, fija indemnizaciones por un total de 173.000 euros a favor de los padres y el hermano del fallecido por daños morales.
