Condenado a 27 años de cárcel el «Rambo de Requena» por tentativa de homicidio a dos guardias civiles

Condenado a 27 años de cárcel el «Rambo de Requena» por tentativa de homicidio a dos guardias civiles

Lozano inició en Requena (Valencia) una serie de robos con violencia e intimidación.

 

La Sala de lo Penal de la Audiencia Provincial de Teruel ha condenado a Pedro Lozano Giménez, conocido como ‘el Rambo de Requena’, a 27 años de prisión por 2 delitos de tentativa de homicidio contra dos guardias civiles, uno de ellos con resultado de lesiones graves por disparos de escopeta, hechos ocurridos en la localidad turolense de Muniesa el 8 de junio de 2020; tenencia ilícita de armas, robo con fuerza en casa habitada continuado, hurto de uso de vehículo continuado, conducción temeraria y un delito de coacciones.

Lozano inició en Requena (Valencia) una serie de robos con violencia e intimidación y en un su huida pasó por los municipios turolenses de El Castellar, Muniesa y Andorra, localidad esta última, donde fue detenido.

El juicio se celebró los pasados días 22 y 23 de marzo de 2022. La sentencia encuentra acreditado el relato de la acusación de que Pedro Lozano estuvo robando en distintas viviendas de El Castellar y cercanías, sustrajo un vehículo, cuyo robo fue denunciado, y cuando fue localizado por los agentes de la Guardia Civil en Muniesa disparó sobre los mismos para quitarles la vida, hiriendo de gravedad a uno de ellos, con el fin de poder continuar con la huida hasta que fue apresado por un amplio dispositivo policial.

En el fallo se la sentencia se imponen a Pedro Lozano 11 años de prisión por el delito de homicidio en grado de tentativa con resultado lesiones graves; 9 años de prisión por el delito de homicidio en grado de tentativa, sin resultado lesiones; 9 meses de prisión, por el delito de tenencia ilícita de armas, con inhabilitación especial para el derecho de sufragio durante el tiempo de la condena; 4 años y 6 meses de prisión por el delito de robo con fuerza en casa habitada continuado; 12 meses de multa, con una cuota diaria de 6 euros, con responsabilidad personal subsidiaria en caso de impago, por el delito de hurto de uso continuado.

Asimismo, 1  año de prisión, con la pena accesoria de inhabilitación especial para el ejercicio del derecho de sufragio pasivo por el tiempo que dure la condena, y privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotor durante 3 años, por el delito de conducción temeraria, y 9 meses de prisión por el delito de coacciones, e indemnizaciones que rondan los 240.000 euros.

HECHOS PROBADOS

La sentencia considera como hechos probados que el encausado, con el fin de esconderse de las autoridades que le buscaban por numerosos delitos cometidos en la Comunitat Valenciana, accedió a una vivienda, tras romper la cerradura, en El Castellar, permaneciendo oculto en su interior, hasta el día 8 de junio de 2020. Durante su estancia, causó daños en elementos del inmueble, y se apoderó varias cosas, tasadas en 950 euros.

Sobre las 10.00 horas del día 8 de junio, Lozano accedió con igual intención y método a otra casa, en la que se apoderó de una carabina de aire comprimido un puerto USB, un destornillador, una caja de balines, diversos pares de guantes, así como otros efectos de menaje del hogar. Con ánimo de usarlo en su huida, el encausado igualmente se llevo un coche propiedad del dueño de esta casa.

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Con dicho vehículo, condujo hasta la población de Muniesa, donde fue localizado por agentes de la Guardia Civil debidamente identificados, que viajaban a bordo de un vehículo perteneciente a la flota de la Guardia Civil.

Los agentes de servicio, uniformados y portando el arma reglamentaria procedieron a seguirlo, pues habían recibido el aviso de que un coche que se correspondía en marca y descripción exterior al que conducía el encausado había sido robado esa misma mañana, por el que ya era conocido como ‘Rambo de Requena’, sujeto peligroso y probablemente armado.

El encausado, se introdujo con el vehículo en un callejón sin salida seguido de los agentes, deteniendo estos su vehículo a unos 3 metros del Suzuki y procedieron a dirigirse a él para que se identificara y bajara del coche.

En ese momento, Lozano se encontraba en la parte alta de la cuesta que conforma el callejón, en situación de superioridad respecto de los agentes, que estaban en una posición de menor altura, a escasos metros de él.

Bajó un agente del asiento del copiloto y, cuando su compañero que conducía se encontraba bajando, con una pierna fuera y medio cuerpo en el interior, el acusado salió del vehículo de lado y acto seguido encañonó hacia la cabeza de éste, efectuó un disparo que no llegó a alcanzarle.

Como respuesta al ataque, el agente disparó su arma reglamentaria contra el encausado sin llegar a darle, y su arma se encasquilló. ‘El Rambo de Requena’ desde la parte trasera del vehículo policial y cubriéndose con la puerta del mismo, realizó otro disparo, que alcanzó al agente cuando se encontraba de frente a su agresor.

El guardia civil sufrió herida de bala en antebrazo y abdomen, con fractura de cúbito y radio, parálisis del nervio interóseo posterior y posterior diagnóstico de estrés agudo. Las heridas causaron un riesgo vital, que requirió tratamiento urgente, numerosas operaciones quirúrgicas con ingreso hospitalario, con estancia en la UCI y posterior prolongado tratamiento de rehabilitación, con secuelas tanto físicas como mentales.

ACUSACIÓN PARTICULAR

El letrado de la acusación particular Jorge Piedrafita, quien representa a los dos guardias civiles se ha mostrado en parte satisfecho al haberse dado por probados todos los hechos cometidos por Lozano y la gravedad de los mismos, si bien ha discrepado con la calificación jurídica que los considera tentativa de homicidio y no de asesinato, circunstancia por la que va a estudiar si presenta recurso sobre este aspecto de la sentencia.

Piedrafita entiende que los hechos fueron muy graves y casi cuestan la vida a dos servidores públicos ejemplares cuando estaban garantizando la seguridad de la ciudadanía.