Para ser contratado presentó un título de enfermero supuestamente expedido por la Universidad Católica de Valencia San Vicente Mártir y un certificado de colegiación supuestamente expedido por el Colegio Oficial de Enfermería de Valencia.
Un individuo que se hizo pasar por enfermero y trabajó en ocho centros clínicos y residenciales en la provincia de Valencia desde el 30 de septiembre de 2020 hasta el 13 de abril de 2021, sin tener ningún título universitario oficial, ha aceptado cumplir una condena de dos años de prisión por intrusismo profesional y falsificación de documentos públicos, además de pagar una multa de 2.166 euros.
El Juzgado de lo Penal 4 de Valencia lo ha condenado, después de que las partes llegaran a un acuerdo de conformidad y el acusado admitiera los hechos, a pagar las costas procesales. Sin embargo, el condenado no irá a prisión siempre y cuando no cometa otro delito en los próximos tres años y realice 200 días de trabajo comunitario.
El acusado creó un perfil falso en redes sociales y sitios web, haciéndose pasar públicamente como enfermero y creando una imagen profesional falsa que lo llevó a ser contratado por varias entidades en la provincia de Valencia. Para esto, presentó un título de enfermero supuestamente expedido por la Universidad Católica de Valencia San Vicente Mártir y un certificado de colegiación supuestamente expedido por el Colegio Oficial de Enfermería de Valencia, que ha actuado como acusación particular en este caso.
No obstante, el acusado nunca estuvo matriculado en dicha universidad, no aparece registrado en ningún colegio oficial en España, no posee ningún título universitario oficial, y nunca ha sido parte del Colegio Oficial de Enfermería de Valencia.
Además, el acusado utilizó el número de colegiación de otra enfermera y los certificados del Colegio Oficial de Enfermería de Valencia que acreditaban que estaba al día en sus pagos, aunque dichos documentos eran falsos ya que fueron firmados por el secretario, aunque se suponía que lo había hecho el presidente.
Debido a estos hechos, el juez lo condena a un año de prisión por el delito de falsificación y otro año por el delito de intrusismo profesional, además de imponer una multa de 2.166 euros.