Entre la condena y las indemnizaciones se incluyen 189,49 euros por los gastos ocasionados en la sanidad pública.
El Juzgado de lo Penal número 9 de València ha dictado sentencia condenatoria contra los tres agresores de una pareja propietaria de una frutería, quienes profirieron insultos racistas al grito de «moro de mierda, vete de mi país».
Según la sentencia facilitada por València Acull, la entidad que representó a las víctimas, el incidente tuvo lugar el 2 de abril de 2021 en una frutería del barrio de Benicalap en la capital valenciana, regentada por una pareja formada por un ciudadano paquistaní y una ciudadana española.
Los agresores entraron en el establecimiento y comenzaron a tocar el género expuesto para la venta.
Ante la recriminación de la dueña, los condenados la agredieron con una patada en la pierna y un puñetazo en un brazo. Acto seguido, arrojaron al suelo las frutas y verduras expuestas en el exterior, valoradas en más de 650 euros. Cuando la pareja de la mujer intentó intervenir para detener la agresión, también fue golpeado en la cabeza, el cuello y el ojo, mientras recibía gritos racistas de «moro de mierda, vete de mi país».
La sentencia de conformidad condena a cada uno de los acusados por un delito de daños y dos delitos leves de lesiones, considerando como agravante que los cometieron «por razón de raza, etnia o nación» (artículo 22.4 del Código Penal).
Esto implica una pena total de 10 meses de multa con una cuota diaria de 5 euros para cada uno de ellos.
Además, se les impone una indemnización solidaria de 984,92 euros a pagar a las víctimas por las lesiones sufridas y los daños causados, así como 189,49 euros por los gastos ocasionados en la sanidad pública y el valor de las costas procesales.
MUESTRAS DE ARREPENTIMIENTO
Las víctimas, representadas por Pilar Serrano, abogada de València Acull, han llegado a un acuerdo y han decidido no solicitar pena de prisión para los agresores debido a sus muestras de arrepentimiento y su compromiso de no repetir tal comportamiento.
Sin embargo, es importante mencionar que si no se paga la multa impuesta, el juez tiene la facultad de imponer un día de privación de libertad por cada dos cuotas diarias no abonadas, pudiendo cumplirse esta pena a través de localización permanente, según lo establecido en el artículo 53.1 del Código Penal, como ha recordado València Acull en un comunicado.
La ONG subraya que, en la denuncia presentada en su momento, la pareja afectada detalló más ampliamente los hechos ocurridos y los insultos recibidos, tales como,
¡Calla puta, que te folla un moro!, ¡Tú estás con el moro, puta guarra!’ o Moro de mierda, ella es una puta y tú eres un mierda, vete de mi país!.
Este acto de agresión generó la indignación de los vecinos de Benicalap y otras áreas cercanas, quienes, cuatro días después del incidente, se concentraron junto a diversas entidades sociales y colectivos antirracistas en la avenida Burjassot bajo el lema ,
Benicalap lliure de racismo.
Para manifestar su rechazo a este tipo de conductas y mostrar solidaridad con la pareja de comerciantes afectada.
