Se espera que las afectaciones al tráfico duren hasta finales de julio, fecha en la que se estima que finalizarán las obras de rehabilitación del pavimento.
El Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible está llevando a cabo las obras de renovación del pavimento en la autovía V-31, desde el kilómetro 0 al 13 en dirección a Alicante, entre València y Silla, en la provincia de Valencia. Este proyecto cuenta con un presupuesto de 2,3 millones de euros, incluido el IVA.
Con el objetivo de asegurar la seguridad de los trabajadores y los usuarios durante la ejecución de las obras, se implementarán cortes de carril y afectaciones al tráfico en la autovía a partir de las 22:00 horas del miércoles 3 de abril.
Las labores se realizarán durante la noche, de lunes a jueves, entre las 22:00 y las 6:00 horas, y podrían implicar cortes parciales o totales de carriles según sea necesario.
El tráfico se restablecerá cada día a partir de las 6:00 horas.
En el caso de la retirada de las adelfas, los cortes serán parciales y podrían afectar al carril interior de ambas calzadas de la autovía. Por otro lado, la renovación del pavimento generalmente requerirá el cierre total de la calzada afectada, con señalización de rutas alternativas para la circulación.
Se espera que las afectaciones al tráfico duren hasta finales de julio, fecha en la que se estima que finalizarán las obras de rehabilitación del pavimento.
La intervención se enfocará en renovar la capa de rodadura en toda la anchura de la calzada, incluyendo los arcenes, a lo largo de 13 kilómetros. Además, se ajustará la rasante del tramo de la autovía que cruza la línea de ferrocarril, el Camí Vell de Silla y la Avenida d’Espioca, conectando los municipios de Silla y Beniparrell, para suavizar las transiciones en las proximidades de las estructuras.
Antes de llevar a cabo esta rehabilitación, se procederá a retirar las adelfas (Nerium oleander) de la mediana de la autovía V-31. Esto se debe a que las raíces de este tipo de vegetación penetran en las capas de firme, causando grietas y deformaciones que aceleran su deterioro. Eliminar esta especie evitará operaciones de poda costosas y peligrosas, que representan un riesgo tanto para los trabajadores como para los usuarios de la vía.
