Las Comisiones Falleras aprueban la nueva fecha para evitar el alto coste de las flores en esta Fiesta de Interés Turístico Autonómico.
Esta semana, la Junta Local Fallera aprobó en pleno que las Cruces de Mayo se celebrarán nuevamente el tercer fin de semana de mayo, tras constatar la diferencia en el precio de las flores.
Las Cruces de Mayo de Burriana son una tradición profundamente arraigada que solía llevarse a cabo el primer fin de semana de mayo, coincidiendo con el Día de la Madre. Sin embargo, por segundo año consecutivo, las comisiones falleras han decidido trasladar la celebración al fin de semana del 16, 17 y 18 de mayo de 2025.
Recientemente declaradas Fiesta de Interés Turístico Autonómico, las Cruces de Mayo son exhibiciones artísticas que adornan las calles de la capital de la Plana Baixa, con la flor como elemento principal. Las cruces, tradicionalmente elaboradas con claveles, se acompañan de extensos y coloridos jardines repletos de flores y plantas.
Las comisiones falleras han optado por cambiar la fecha de la celebración una vez más para evitar el elevado costo de las flores durante su época habitual, permitiendo así la construcción de grandes monumentos sin exceder los presupuestos.
Volver al tercer fin de semana consolida un cambio que permite seguir engrandeciendo las Cruces de Mayo y, además, ofrece a las comisiones falleras más tiempo para elaborar estas singulares muestras artísticas.
Explicó la concejala de Fiestas, Paloma Boix.
Origen de las Cruces de Mayo
El origen de esta tradición se remonta a una época en la que los falleros, conocidos por su espíritu innovador en las fiestas, quisieron hacer una contribución a Burriana y decidieron plantar cruces florales el 3 de mayo, en conmemoración de la invención de la cruz por Santa Helena. El primer documento burrianense que menciona las Cruces de Mayo data del 1 de mayo de 1944. Se trata de una notificación oficial de la Alcaldía, firmada por Salvador Dosdá, presidente de la Comisión de Fiestas, que oficializa la celebración de este evento.
Desde entonces, cada año, a partir de ese 3 de mayo de 1944, un mar de monumentos y conjuntos florales inunda las calles de la localidad durante el primer fin de semana de mayo, llenándolas de colorido y del agradable aroma de las flores, donde el clavel es el gran protagonista. Con la llegada del mes de las flores, Burriana se transforma en un gigantesco jardín adornado por las maravillosas cruces elaboradas por las comisiones falleras.
Las Cruces de Mayo marcan el inicio de las actividades de las comisiones falleras de la ciudad. Estas comisiones, encargadas de su creación y, por tanto, de la preservación de la tradición, buscan con su construcción simbolizar la continuidad de las futuras fiestas josefinas.
