Con la venia: Domingo a las 10,15h. Zumba el trasto. Se ilumina la pantalla. Ya estamos ella aquí, y yo allí.
-Papá, la historia del Cundo, ¿Fue así exactamente, o…?-
-Es exactamente así. Siempre lo ha sido. Empezó cuando los humanos aún teníamos cola y dormíamos en las acacias, y sigue igual. Es la verdadera historia interminable, porque siempre hay un nuevo episodio en marcha.
-Entiendo. Esta vez acabó bien ¿no?-
-Para el Donantónio sí. Centró la atención pública en un currinche, desviándola del cacique, se puso la medallita de defensor de la dignidad popular, y obtuvo un machaca casi de balde.
Al curita tampoco le salió mal del todo. Se columpió un poquillo, pero enseguida intervino y logró una reparación. A la que, por cierto, el alcalde ya estaba más que dispuesto-
-¿Quieres decir?-
-Digo que un alcalde de pueblo que sea medio listo, se hace un bocadillo con el cura y su sermón. Y los Donantónios siempre tienen en pantalla a los que son muy currantes y un poco serviles. Como el Cundo, por ejemplo-
-El perdedor en esta historia, ¿verdad?-
-Currará como un burro agradecido, y para siempre. Y que no le saquen más rendimiento aún…-
-¿Cómo cuál?-
-Pues dándole una plaza a su mujer, de limpiadora en el Ayuntamiento, por ejemplo…-
-Mejoraría la imagen del alcalde…-
-No solo, hija. Pero dejémoslo ahí, que es zona sombría-
-…uúff…ya…Me decías antes que hay otro episodio en marcha-
-Uno que ya está en proceso-
-Te escucho-
-Cuando yo era un chaval, entre las jodidas distracciones populacheras, estaban los espectáculos cómicos-taurinos-musicales: El Bombero Torero, Llapisera, la Banda del Empastre…-
-No parece que te gustaran-
-Nada de nada. En particular unos que pronto van a ser noticia: los Enanitos Toreros. Los vi una sola vez y me puse malo de asco. No con ellos, que al fin y al cabo hacían su curro, sino con los cochinos comentarios y el trato que la gente les daba-
-Repugnante por lo que veo…-
-Como el de los fans del Lanzamiento de Enano, ese supuesto graciosíííísimo deporte…-
-¿Pero eso…se hace?-
-Pregúntale al Tío Gú, y verás qué sorpresas te llevas-
-¡Tremenda mierda!-
-Sí, hija, pero es que buena parte del pueblo soberano, para sentirse bien, quiere hacer lo mismo que hace el rey, aunque sea en tono menor. Así cree aliviarse de su pobretonía. Pero acaba pasándose de frenada. Por eso hay bufones aún, y bodas con caballos blancos, y Rivieras de pega, y viajes masivos…-
-No son lo mismo…-
-¿Que el uso del bufón? No, no lo son, pero arrancan de la misma imitación miserablona-
-Vale. Me decías de los Enanitos Toreros-
-Pues sucede que los Guardianes de la Moral ya los han descubierto, y claro, aseguran que este espectáculo va en contra de los derechos y la dignidad humana. Por tanto hay que acabar con él ¿Te suena a sermón de alcalde?-
-Clavao. ¿Y tú que opinas, papá?-
-Estoy conforme en que se pare esta sucia diversión, que solo es un sarcasmo degradante del público sobre los actores. Pero me opongo a que se prohíba de golpe la actividad, mientras haya personas que, para poder vivir, se juegan el bigote delante de un becerro. Con eso ganan unos dineros que les remedian el diario, y pagan impuestos. Merecen un respeto. Déseles un medio de vida primero, y luego ya prohibiremos el espectáculo. No al revés-
-¿No se les tendrá preparada una salida?-
-Los Censores, chaquetudos y corbatosos ellos, nunca jamás piensan en el perjudicado hasta que no les queda mas remedio.-
-Así qué…-
-Lo primero será prohibir. Alto, claro, con alardes en prensa, tertulias, y reportajes. Que se vea bien como se recobra la dignidad para todos. Pero la campaña no incluirá un micro para que los cesantes opinen. Ni uno chiquitito. Si quieren que protesten por las redes. Total, no suben de doscientos, así que no se harán virales.
Y ni de coña se les recibirá en ningún despacho para negociar nada. Hay que esperar hasta que, en un medio importante, salga la foto donde se les vea sujetando la sábana bajera, pintada con el mantra fatal…-
-¿Cuál?-
-Por Nuestros Puestos de Trabajo. Es un punto de no retorno. Cuando un grupo sale a la calle la tal pancarta, la cosa no tiene remedio, ya están sin curro y en la puta rúa-
-Y entonces si que reaccionarán los despachos…-
-Lo adivinaste. Los Censores, haciendo como que son sensibles al padecer de las familias, engastarán a los cesantes en un Plan Urgente de Capacitación Laboral. Es decir; unos cursillos más o menos remunerados, pero publicitados hasta el aburrimiento. Se encargaran de impartirlos, y calificar a los cursillistas, unas pocas Instituciones Especializadas, y bien subvencionadas, cuyos dirigentes se reunirán de cuando en vez, para hacer llegar a los medios la cantilena de la dignidad recobrada. Estos, y el personal de sus organizaciones, cobrarán bien-
-…¿y los cesantes?…-
-Con mucha suerte, y muchísimo trabajo, se plegarán al nuevo espíritu de los tiempos, y alcanzarán un sueldecito. También habrá unos pocos irreductibles que no querrán verse oficinados. A estos se les tratará como a personas que no se quieren dejar ayudar. En la estadística figurarán como daños colaterales o algo parecido, pero ya te iré contando pormenores desto…-
-¡Ding, dingding, dingdóng!-
-Perdona papá, que llaman a la puerta. Debe ser Shane, con la compra. Tengo que ayudarlo. En media hora te llamamos de nuevo ¿si?-
-Venga pues, dale una mano, y un abracico de mi parte. ¡Hasta luego!-
Banda Sonora Recomendada: El Bolero de Maurice Ravel, abrumador por lo reiterativo, ilustrará bien el sentido del episodio de hoy.
Manolodíaz.