La investigación sobre el incendio en la planta de reciclaje, ocurrido el pasado 15 de abril y que se mantuvo activo hasta este jueves, sigue en curso.
El incendio que se desató en la planta de reciclaje de San Antonio de Requena (Valencia) el pasado 15 de abril ha sido oficialmente apagado, tras 18 días activo, por el Consorcio Provincial de Bomberos este jueves. Durante el tiempo que duró el fuego, se recomendó a la población limitar las actividades al aire libre, favoreciendo aquellas en interiores, y utilizar equipos de protección para el trabajo exterior debido al humo generado.
Con la extinción del incendio, el Centro de Coordinación de Emergencias ha dado por concluida la situación 1 del Plan Especial de Incendios Forestales, según ha informado el 112 GVA.
La Conselleria de Medio Ambiente, Agua, Infraestructuras y Territorio anunció el martes pasado la apertura de dos expedientes adicionales a la empresa responsable de la planta. Uno de estos expedientes ya ha comenzado a tramitarse, mientras que el otro se debe a presuntas violaciones de la ley de Responsabilidad Medioambiental. El objetivo es investigar a fondo las responsabilidades y determinar si se cumplía con toda la normativa.
El departamento liderado por Salomé Pradas ya había adelantado la suspensión provisional de la Autorización Ambiental Integrada de la instalación, así como la imposición de medidas a la empresa gestora relacionadas con la eliminación de los residuos. Además,
Se están evaluando nuevas acciones que podrían resultar en el cierre definitivo de la planta.
Esta investigación, que culminará una vez se recojan las últimas pruebas tras la extinción del incendio, se verá complementada con otros dos expedientes por parte de la Dirección General de Calidad y Educación Ambiental.
El primero de ellos será un nuevo expediente sancionador que ya ha comenzado a tramitarse. En este expediente se han incluido los antecedentes de la empresa y se ha iniciado la fase de actuaciones previas para recopilar toda la información proporcionada por la Conselleria de Medio Ambiente, así como por otros departamentos involucrados.
Este proceso concluirá una vez se haya recabado toda la documentación relacionada con el incendio, una vez que este haya sido extinguido, lo cual ocurrió este jueves.
En caso de que la empresa no proceda con la retirada de los restos, la Generalitat se encargaría de llevar a cabo esta acción en ejecución subsidiaria.
La Dirección General de Calidad y Educación Ambiental, una vez confirmado que el incendio no iba a ser sofocado «de forma rápida», instaló una unidad móvil para realizar un análisis continuo de la calidad del aire. Las muestras siempre han confirmado que no ha habido un riesgo para la población, según informó la Conselleria.
Simultáneamente, se establecieron pautas de comportamiento para los grupos más vulnerables, se solicitó la colaboración de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) y se asistió en las labores de extinción con medidas como el suministro de 3.000 toneladas de tierra.
El incendio se desencadenó en la planta de reciclaje el pasado 15 de abril y permaneció activo hasta este jueves.
Durante este tiempo, los trabajos de extinción se dividieron en dos fases distintas: en la primera, que duró hasta cinco días, los equipos del Consorcio combatieron el incendio con los recursos habituales, pasando luego a una segunda fase en la que fue necesaria la intervención de maquinaria pesada en la planta.